martes, 4 de diciembre de 2012

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Queridos lectores: Acaba de salir el número 9 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo. Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Tarjeta navideña Dos campanas imponen con sus repiques silencio en el mundo. La una dice “FELICES FIESTAS”, la otra “FELIZ AÑO NUEVO”. Son mis deseos para ti y para los tuyos. María Jesús. Aviso Debido al paréntesis navideño el número 10 de 30 días no se publicará hasta finales de enero. Seguidores de Honor: Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012. Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

La Vitrina

Siento que al entrar en mi vitrina te encuentres con un lazo negro y no puedas pasar directamente al tema de este mes, pero los acontecimientos se imponen y no sería justo quitárselo como si nada hubiera pasado. En los últimos días se nos han ido tres españoles de los grandes: Miliki (payaso), Tony Leblanc (actor cómico) y Juan Carlos Calderón (compositor). Aunque cada cual por su camino, untos nos hicieron cantar, juntos nos hicieron reír, juntos nos hicieron emocionar, y juntos, como si en el cielo los necesitaran para montar el mejor espectáculo de todos los mundos, se nos han ido. Sobra dar datos de sus vidas, tanto como personas como artistas; sus obras cruzaron las herméticas fronteras españolas y son conocidas en el mundo entero y seguirán cautivando a las próximas generaciones. Así eran de buenos, así eran de grandes. Descansen en paz. Y como el mejor homenaje que podemos rendir a los muertos de bien es seguir adelante, vamos al tema de hoy. ¿Te interesan los museos de naturaleza y medio ambiente? Pues no te pierdas este artículo, ¡y hale, a preparar el viaje! Pero eso sí, dinos por cuál te decides. Los diez mejores museos de naturaleza y medio ambiente del mundo Expertos enumeran los museos más espectaculares para disfrutar de las maravillas de la naturaleza y concienciarnos de su conservación Autor: ALEX FERNÁNDEZ MUERZA. Fecha de publicación: 29 de octubre de 2012 Si se tiene la intención de aprovechar un viaje para ver algún museo de naturaleza y medio ambiente, no hay que perderse este artículo sobre los diez mejores del mundo, en opinión de varios expertos en museística. Desde los más grandes y espectaculares en los que se puede pasar horas y horas sin descanso, hasta los más curiosos y pequeños. Pero todos con un objetivo compartido: hacer disfrutar a sus visitantes mientras se conciencia de la importancia de la importancia de proteger nuestro entorno. 1. Museo de Historia Natural (Londres, Reino Unido) La elección de todos los expertos consultados. Para Javier Armentia, director del planetario de Pamplona, el Natural History Museum "lo tiene todo o casi. La parte neogótica, la colección clásica de bestias y dinosaurios, las arquitecturas exageradas, las exposiciones, los paseos, la vocación para la gente joven, etc., son una 'pasada'. Además, se une al Science Museum muy bien en un recorrido multidisciplinar y transversal. Me encantaría tener un museo así al lado de casa". Según Soledad Gómez, museóloga y responsable del proyecto de museos y nuevas tecnologías MediaMusea, destaca por su exposición permanente, por la variedad de actividades y la atención especial a los distintos visitantes, sobre todo el escolar: "Es interesante su faceta on line y los recursos de su web". Óscar Menéndez, responsable de la empresa de creación de exposiciones museísticas Explora Proyectos, afirma que es "un museo histórico, que también es moderno, en el que es muy fácil perderse". 2. Museo Americano de Historia Natural (Nueva York, EE.UU.) Según Soledad Gómez, el American Museum of Natural History es uno de los museos más grandes y famosos del mundo: "Un lugar en continua renovación y presentación de novedades gracias a su enorme colección, alto número de especialistas y su gran cantidad de expediciones científicas. Sobresale la diversidad de sus exposiciones temporales". Javier Amentia afirma que es un museo "a lo grande, con ballenas volando en el hall, exposiciones apasionantes, interactivas, planetario, imax y una parte de paleontología genial". 3. Field Museum (Chicago, EE.UU.) El Field Museum es el mejor museo de naturaleza y medio ambiente en opinión de Ramón Núñez, director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT). Armentia explica que "tiene sus dinosaurios, la evolución muy bien explicada y temas de arqueología e historia impresionantes, unas colecciones espectaculares, etc. Un poco de todo, pero con un criterio museístico muy didáctico y que busca la sorpresa". 4. Museo de Historia Natural Smithsonian (Washington, EE.UU.) El Smithsonian. National Museum of Natural History es el segundo centro más visitado del Instituto Smithsonian, según la responsable de MediaMusea. "Destaca por su importante exposición permanente y por dedicar muchos esfuerzos a la investigación y educación. Es conocida su sala de gemas y minerales, donde se muestra el Hoper, el diamante más famoso del mundo", apunta. El director del Planetario de Pamplona recuerda su esfera "en la que ves la Tierra con diferentes capas de información, una gozada". 5. Down House (Downe, Reino Unido) Down House se mantiene como estaba cuando Charles Darwin, autor de la teoría de la evolución, vivía en ella, señala Óscar Menéndez. "Incluye el invernadero de algunos de sus experimentos y el 'thinking path', el sendero por el que paseaba para liberar su mente. En mi primera visita se me saltaron las lágrimas de la emoción", rememora. 6 Glaciarium (El Calafate, Argentina El Glaciarium se ubica en El Calafate, ciudad que se autodenomina "capital de los glaciares". El responsable de Explora Proyectos explica que este museo del hielo tiene un bar de hielo, el GlacioBar, "una barra libre donde evidentemente no hace falta enfriar los chupitos". 7. Museo Canadiense de la Naturaleza (Otawa, Canadá) El Canadian Museum of. Nature / Musée Canadien de la Nature posee "destacadas colecciones de botánica, zoología, minerales y paleobiología, presentadas de manera innovadora e interactiva", según Soledad Gómez. Este centro, con dos sedes físicas, además de su exhibición pública, tiene importantes salas de trabajo y laboratorios para la documentación e investigación, añade la impulsora de MediaMusea. 8. Museo de Historia Natural (Belgrado, Serbia) El Prirodnjacki muzej cuenta con un gran edificio en la zona urbana, pero su galería se ubica en Kalemegdan, el parque fortaleza de la ciudad serbia. "Con apenas dos salas, el visitante las puede observar con un giro de 360 grados sobre sí mismo", asegura Óscar Menéndez, quien adora los museos pequeños "y un poco caóticos, porque suelen transmitir mucho más que los grandes, donde todo está estipulado y pactado, si se visitan en su momento y con voluntad de sorpresa". 9. Museo de la Plata (Buenos Aires, Argentina) Soledad Gómez explica que el Museo de la Plata alberga más de tres millones de objetos biológicos, paleontológicos, geológicos y antropológicos: "Es famosa su colección de fósiles de mamíferos y sus momias egipcias. Genera exposiciones itinerantes para mostrar parte de sus piezas en otros ámbitos". 10. Museo Nacional de Historia Natural (París, Francia) Javier Armentia destaca del Musée National d'Histoire Naturelle la Grande Galerie de l'Évolution: "Tiene unas cuantas cosas alucinantes, como un paseo de animales como camino del Arca de Noé con su toque de humor francés, su Ménagerie, el Jardin des Plantes, también con animales, aunque no es un zoo al uso. Está muy pensado para divulgar de forma crítica (su mayor bagaje son especies en peligro de extinción)".

Mesa camilla

El pasado 14 de noviembre los españoles fuimos convocados por los principales sindicatos del país a la segunda huelga general en un año que lleva gobernando el Partido Popular. Al dar los datos de participación ocurrió lo de siempre: según los sindicatos el número de participantes fue muy alto; según el Gobierno, muy bajo. Está claro que cada cual arrima el ascua a su sardina y unos y otros mienten, incluso aunque den la cifra basándose en pruebas que la verifiquen; son muchas las posibilidades que tienen a su alcance para manipularla, y para no darles nuevas ideas, mejor ni nombrarlas. La cifra más fiable pues es la que vemos a nuestro alrededor, y en esta huelga, como era de esperar, todos pudimos constatar que, ni eran todos los que estaban, ni estaban todos los que eran. No eran todos los que estaban porque hay personas que con tal de incordiar, hacer ruido y dar la nota se apuntan hasta a las huelgas, personas que les viene muy bien al gobierno de turno pues le sirven para culpar a los participantes de buena voluntad de cualquier incidente, con lo que cabe preguntarnos si en no pocos casos actúan de forma espontánea o manipuladas por alguien. Al hilo de este comentario recuerdo a una persona que ya nos dejó. Siendo muy joven, allá por los años 80, en más de una huelga, al igual que a otros, le obsequiaban con una botella de coñac para que compartiera unas copas con los compañeros. Tardó tiempo en caer en la cuenta de que aquello tenía más de trampa que de invitación. Ni estaban todos los que eran porque la huelga es un derecho pero en esta ocasión de forma especial no todos los trabajadores pudieron permitirse el lujo de ejercerlo. Faltaron los que no podían renunciar al salario de un día, los que tenían miedo a ser despedidos, los que temieron que no les renovaran el contrato y otros amenazados directa o indirectamente. Pero esto, señores del gobierno, no significa que no apoyaran la huelga, que estén de acuerdo con sus salvajes recortes, con sus dictatoriales leyes, con sus improcedentes decretazos, con sus prisas por hacer un país de pobres para salvar a sus ricos, porque los españoles, a ver si se enteran, somos tan generosos que les perdonamos sus engaños, sus falsas promesas, sus insultos, sus chanchullos, sus pelotazos y hasta sus desfalcos, pero que nos toquen el bolsillo, salvo que el bolsillo sea el ajeno, y en esta ocasión sólo se salva el de sus amigos, no se lo perdonamos a nadie. Todos apoyaron la huelga pues y lo que no se explica el sentido común es que los seis millones de parados no se pongan en huelga con más frecuencia. Si es verdad que son todos los que dicen las estadísticas, ¿a qué esperan para empezar a manifestarse todos los lunes a las ocho de la mañana, cuando la mala gestión de todos los gobiernos les impide acudir a su trabajo como sería lo normal? ¿Pensarán que las huelgas no sirven para resolver nada? Posiblemente hasta tengan razón, pero si todos y siempre hubieran pensado lo mismo, pero si nadie hubiera alzado su voz, si nadie hubiera protestado a los cuatro vientos, si nadie hubiera arriesgado hasta la vida en no pocos casos por defender a los seres humanos, todavía hoy, aunque suene a exageración, se seguirían vendiendo personas en los mercados de esclavos; está más que demostrado que los gobernantes dejan de respetar a los pueblos en cuanto empiezan a gobernar, y si no quieren huelgas, por algo será. En esta ocasión les preocupó que los comercios pequeños estuvieran vacíos. ¡Qué contrariedad! Si los clientes no fueron a la huelga, ¿por qué no fueron a comprar? Se han lamentado de que perdieran no sé cuántos millones de venta. ¡Cuánta hipocresía! Los comercios pequeños llevan tantos años sumando pérdidas que poco a poco van desapareciendo todos, pero esto no es por una huelga ni por varias, es porque los distintos gobiernos se han encargado de hundirlos a impuestos y otras impopulares medidas para favorecer a sus grandes superficies. Muy preocupados estaban porque la huelga alteró la vida cotidiana de los ciudadanos que no fueron a la huelga. Claro que estas cosas incordian, pero también incordian los importantes partidos de fútbol, las visitas oficiales de cualquiera de ellos, sus mítines y otras historias, y esto no les preocupa lo más mínimo, sin duda porque les interesa. Lo que les inquieta realmente es que se censure su gestión –aunque no lo merezcan, necesitan que los halaguen- y lo único que les preocupa es la imagen que den ante otros países. De todos modos tampoco a los ciudadanos normales nos gustan las huelgas, pero si todas son necesarias, ésta lo era más: los desproporcionados ajustes del Gobierno no sólo afectan a nuestros bolsillos de forma transitoria, están poniendo en peligro nuestra sanidad, nuestro trabajo, nuestra educación y nuestras pensiones, y esto nos afecta a todos, incluso a las próximas generaciones y no es de razón cruzarnos de brazos.

Cajón de Sastre

Estamos en el mes de Navidad y me gustaría regalarte uno de mis libros publicados. Se titula “El rosario de los cuentos”. Es una colección de cuentos con la que obtuve uno de los “premios Tiflos de Cuentos 1996”. Los menos son para niños, los más para los no tan niños; cada cuento tiene una preciosa ilustración que hace referencia al contenido. Pero como todo en la vida tiene un precio, para conseguirlo tienes que hacer lo siguiente: acertar correctamente las cinco adivinanzas que dejo al final. Las respuestas puedes dejarlas en los comentarios o enviarlas por correo electrónico a la dirección del blog: mjsanchezoliva@gmail.com ¡Anímate! Es muy fácil. Adivinanzas: 1. Campo blanco, flores negras, un arado y muchas yeguas. 2. Entra zumbando, sale goteando. 3. En un punto está mi nombre, mi nombre en un punto está, el que más grande me nombre me nombrará la mitad. 4. Un árbol de doce ramas, cada nido con su nombre, adivina si eres hombre. 5. Es alimento y leído al revés es animal.

El Álbum de la Lengua

Los escritores nos sorprenden a veces con palabras que no existen en el diccionario. Son palabras nuevas, inventadas por ellos, palabras que generalmente enriquecen sus obras porque algunas son realmente preciosas. Es una lástima que después los lectores no se animen a usarlas pues de hacerlo acabarían formando parte de nuestra lengua con todas las de la ley. Hoy quiero hablaros de una que personalmente me encanta: cristobalcolones. Pero ¿quiénes son los cristobalcolones? El autor uruguayo Juan Carlos Patrón, en su obra Almendras amargas, pone, en boca de Demócrides, el protagonista, refiriéndose al primer beso que dio en una plazuela a Cristina, su inesperado y gran amor, la siguiente frase: “Aquel beso duró poco porque pronto llegaron los cristobalcolones y empezaron: ¡qué se besan, qué se besan, qué se besan…!” Los cristobalcolones eran los niños que jugaban en la plaza y al descubrirlos no tardaron en gritarlo a los cuatro vientos. ¿Preciosa, verdad? Pues aquí te la dejo, a ver si entre todos la llevamos al diccionario; seguro que desde alguna estrella su gran autor nos dará un aplauso de los muchos que él recibió en vida por sus maravillosas obras. Cristobalcolón: persona que descubre a gritos lo que está haciendo alguien, naturalmente sin ninguna mala intención.

La Butaca

Tengo 85 años. Sobra decir que los mejores años de mi vida tuvieron por escenario la guerra, la posguerra y la dictadura. Como la mayoría de las mujeres de mi edad no tengo estudios superiores, pero tuve siempre una gran pasión: los libros. Nunca he logrado entender a quienes dicen que no tienen tiempo para leer, es como si dijeran que no tienen tiempo para comer, para asearse, para dormir… para esas necesidades que si no se atienden nos impiden seguir adelante. Yo, pese a mis muchas tareas de ama de casa sin los medios de las amas de casa de hoy, siempre me las arreglaba para sacar un hueco para leer. Leía mientras esperaba a que hirviera el agua para añadir la sopa, mientras se secaba el suelo del comedor, mientras mis vecinas charlaban por el patio de luces, cuando por fin mis hijos dormían felizmente, pero leía aunque sólo fueran unas líneas porque un día sin leer era para mí como un día perdido, incompleto, triste. Los libros pues fueron siempre para mí mis maestros, mis amigos, mis pasatiempos, y lo siguen siendo porque ahora que la edad me ha retirado de otras actividades sólo necesito para ser feliz un libro. Pero esta no es la noticia que quiero comunicar, leer es para mí lo más normal del mundo, la noticia es que en estos días me voy a pasar la Navidad a Salamanca con, Valle, mi hija, también gran lectora, como cabía esperar por eso de que lo que se ve se aprende, y acaba de darme una gran noticia: cerca de su casa hay una biblioteca pública, es decir, que no me regala un libro como de costumbre, me regala toda una biblioteca. Desde Logroño informó para 30 días Lali.

Carta a...

Queridos Reyes Magos: Este año, como todos los años por estas fechas, Radio Nacional de España y la fundación Crecer Jugando han puesto en marcha su ya tradicional campaña de Navidad “Un juguete, una ilusión”. Consiste en poner a la venta bolígrafos y con el dinero recaudado comprar juguetes en vuestro nombre para los niños más desfavorecidos. Los bolígrafos pueden comprarse en todas las oficinas de correos, cuestan un euro cada uno y se los conocen por el nombre de “bolígrafo solidario”. Ya sé, mis queridos reyes, que vosotros os pasáis el año fabricando juguetes para todos los niños sin excepción, que os da igual el color de su piel, su religión, sus costumbres, la clase social de sus padres, que incluso para los que se portan mal, entre los trozos de carbón, a escondidas para que no os descubran sus enojados padres, les ponéis un regalo, y que os da igual que vuestro palacio no tenga lámparas con lágrimas de cristal, que vuestras capas tengan ajado el terciopelo, que los camellos no puedan cambiar de alforjas, lo primero son los juguetes de los niños, pero para que vosotros sepáis sus nombres, sus direcciones y los juguetes que quieren, tienen que escribiros una carta, y esa carta tienen que mandarla a Oriente, y para que la carta llegue sin perderse, tiene que llevar un sello, y aquí está la madre del borrego: no todos los padres pueden comprarles el sello. Unos porque no tienen trabajo; otros porque no pueden trabajar y las prestaciones sociales, o son mínimas, o han sentido la tijera de los recortes o no existen; muchos porque no tuvieron la suerte de nacer con buena estrella; la mayoría porque los reyes que no son mágicos como vosotros todavía no han descubierto la fórmula de multiplicar ricos sin sumar pobres a pesar de los siglos, y para colmo de abusos, cuanto más tienen, más quieren. Por esto nada tengo que objetar de la campaña: si los que tienen que hacerlo no pueden, bien está que lo hagan los demás. Pero la alegría de esos niños ante una muñeca, un balón o un simple caballo de cartón, es una alegría que cada año duele más a la dignidad humana: esos niños, como todos los niños, tienen derecho a recibir sus regalos de manos de Vuestras Majestades, no de manos de los ciudadanos de a pie que, aunque sean incluso regalos más caros, no tienen el mismo valor, les falta la magia de echar la carta, de poner los zapatos en la ventana y de dormir sobresaltados por las pisadas de los camellos hasta que de madrugada se alejan y pueden comprobar emocionados que habéis recibido sus cartas. Por esto, mis queridos Reyes Magos, abro hoy mi hucha, compro un sello con la calderilla que sobra de pagar impuestos y os envío esta carta para pediros que en los zapatos de nuestros gobernantes dejéis el aviso de que sea el último año en el que los niños no puedan recibiros, entre otras razones con las que no quiero amargaros estos días tan especiales porque los niños que no tienen juguetes para jugar de niños suelen ser los que de mayores juegan con los hombres, y aunque sólo sea por lo que nos cuestan mantenerlos en sus tronos, alguna obligación tendrán de intentar evitarlo. Posdata: Lo que quiero para los niños españoles, es lo que quiero para todos los niños del mundo. Por esto os ruego que de regreso a Oriente dejéis el mismo aviso en los zapatos de todos los gobernantes. Feliz viaje, tanto de venida como de vuelta. María Jesús.