viernes, 1 de julio de 2016

LA BUTACA

Beatriz tuvo que pasar por el peor trance que puede pasar cualquier madre: enterrar a su hija de tres añitos que murió en un accidente de tráfico. Pasado el tiempo quedó embarazada y fue tal la alegría que envié la noticia, pero desgraciadamente, al mes siguiente, tuve que comunicar que había sufrido un aborto. Por fin, a finales del pasado mayo, nació su segundo hijo, un bebé sano, grande y guapo, que no llenará el hueco que dejó su hermana, pero sí ha devuelto la alegría a su madre, a sus abuelos y a todos los que la queremos.
    Su felicidad es nuestra felicidad y queremos compartirla con todos.
    Desde Barcelona informó para 30 días Maribel.

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