jueves, 3 de noviembre de 2016

LA VITRINA

AGENDA CULTURAL

        El sistema de castas.
 
    El sistema de castas de la India es una estructura de segregación social firmemente anclada en la historia política india y en la religión hindú.
    Según la tradición hindú, el dios Brahma creó un hombre con arcilla y de su cuerpo surgieron cuatro castas: los brahmanes (sacerdotes) salieron de su boca, los tehatriyas (gobernantes y guerreros) de sus brazos, los vaishyas (terratenientes y mercaderes) de sus muslos y los sudras (artesanos y sirvientes) de sus pies. Años después, apareció una quinta casta, conocida como dalit (paria) cuya función, entre otras tareas, es la de limpiar los desechos de los demás.
    Ser miembro de una casta u otra viene marcado de nacimiento y está inspirado en el concepto del karma. Si uno hace el bien durante su vida, se reencarnará en una casta superior. Por el contrario, las malas acciones nos abocan a una casta inferior. Una vez que se es miembro de una casta, no se puede cambiar, y las privaciones que conlleva se consideran un mandato divino.
    También existe una ligera relación entre la casta y el color de la piel: los indios con piel más clara pertenecen por tradición a una casta superior a la de los de piel más oscura. Sin embargo, hoy en día este principio ya no es tan cierto. Además de las cinco castas principales, existen cientos de subcastas a lo largo y ancho de la India en función de las profesiones, la situación geográfica y la genealogía. Muchas castas viven en la misma ciudad y dependen económicamente las unas de las otras, pero las castas geográficamente más remotas son en la práctica grupos étnicos aislados. Los matrimonios entre miembros de distintas castas son muy raros, aunque han aumentado en los últimos años.
    Las castas conllevan una serie de consecuencias sociales y políticas: mientras las cuatro primeras se consideran limpias, los parias son sucios. Esto explica que existan normas que establecen que un dalit debe hacer sonar una campana dondequiera que vaya para avisar a los demás de su proximidad.
    Se cree que los miembros de las castas más elevadas -los brahmanes, kshatriyas y vaishyas- nacen dos veces, ya que entre los 8 y los 12 años, dependiendo de la casta, renacen, lo que les permite practicar la fe hindú en su totalidad.
    El gobierno indio ha instituido un programa (parecido a la discriminación positiva pero con un código más explícito) con la finalidad de compensar las desigualdades que se cometieron en el pasado y que consiste en reservar una serie de empleos para que los ocupe una proporción determinada de miembros de cada una de las castas.
    OTROS DATOS DE INTERÉS.
1. Nepal, el único país donde el hinduismo es la religión oficial, también cuenta con un sistema de castas que se originó en 1854 a raíz de la publicación del Muluki Ain (Código Civil).
2. A los parias se los conoce en Occidente como intocables. Sin embargo, en la India de hoy en día este término se considera despectivo.

        LIBROS PARA LEER EN NOVIEMBRE        
 
    Título: Los últimos días de nuestros padres.
    Autor: Dicker, Joël.
    Reseña: Estamos ante una combinación perfecta entre trama bélica de espionaje, amor, amistad y una reflexión profunda acerca del ser humano y sus debilidades, a través de las vicisitudes del grupo F del SOE (Special Operation Executive), una unidad de los servicios secretos británicos encargada de entrenar a jóvenes europeos para la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Personajes inolvidables, una documentación exhaustiva acerca de un episodio poco conocido de la Segunda Guerra y el incipiente talento de un jovencísimo Dicker, quien luego se consagrará con el fenómeno literario mundial La verdad sobre el caso Harry Quebert.
    Título: El sueño del celta.
    Autor: Mario Vargas Llosa.
    Reseña: La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916. Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte. Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo con argumentos. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía peruana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo, pues tras ellos se revelaba una verdad dolorosa: no era la barbarie africana ni amazónica la que volvía bárbaros a los civilizados europeos; eran ellos, en nombre del comercio, la civilización y el cristianismo, quienes cometían los actos más bárbaros. Estos dos viajes y lo que allí vio, cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés. Enplena I Guerra Mundial, viajó a Berlín para conspirar contra el Reino Unido y participó en el Alzamiento de Pascua de 1916, hecho que lo llevaría finalmente a prisión. También en la intimidad, Roger Casement fue un personaje múltiple: La publicación de unos diarios, de veracidad dudosa, en los últimos días de su vida, airearon unas escabrosas aventuras homosexuales que le valieron el desprecio de sus compatriotas. En este territorio que se multiplica por cinco (África, la Amazonia, Irlanda, la cárcel, el sexo), El sueño del celta describe una aventura existencial, en la oscuridad humana aparece en su estado más puro y, por tanto, más enfangado. Una novela mayor del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

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