martes, 31 de enero de 2017

LA BUTACA

Digamos que se llama Matilde, nunca quiso decir que era farmacéutica, prefería decir que era boticaria, empezó a trabajar cuando acabó la carrera, tenía 20 y pocos años, se casó, crió a sus hijos… y cuando cumplió 65 años, pese a tener cotizaciones de sobra, dijo que no quería jubilarse. Era la mejor edad para trabajar a gusto: tenía salud, los hijos ya habían hecho sus vidas y la casa no necesitaba tantos cuidados como cuando estaba llena. Solo ahora que ha cumplido 80 años ha decidido solicitar su pensión. En un momento en el que para la mayoría de los españoles es más importante jubilarse que trabajar, esto sí me parece una noticia digna de publicarse. Seguro que con trabajadores como ella nuestro sistema de pensiones no correría ningún peligro, aunque claro está, no todos podemos hacerlo.
    Desde Arévalo (Ávila) informó para 30 días Gonzalo.

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