sábado, 30 de septiembre de 2017

CARTA A...

Sr. Dalí: Puede usted seguir descansando en paz. “Su hija” no es su hija. Esto no lo digo yo, lo dicen las pruebas de ADN, y estas pruebas parece que no fallan. ¿Que no le sorprende la noticia? Ni a la mayoría de los españoles. La historieta que Pilar Abel se montó para poder cobrar la legítima de su herencia solo se la creyó el o la juez que admitió a trámite su denuncia. Estoy segura de que ni siquiera los que en nombre de la ley tuvieron que montar el espectáculo que se montó para exhumar sus restos mortales creían en ella. ¿Pensaría el tal o la tal juez que su condición de pitonisa le permitía verlo todo?
     Aunque parezca mentira los medios de comunicación no le han prestado la misma atención a los resultados que a la exhumación. No sé si para no dejar en ridículo a la justicia, o si para evitar que la señora pierda clientes. Pero esto se verá en el siguiente capítulo.
     De momento parece que la Fundación Gala –única heredera de sus bienes por su voluntad- va a pedir que los restos extraídos para la prueba vuelvan a su tumba y que la señora Abel abone los gastos de la exhumación. Esperamos que así sea, de lo contrario habrá que entender que la Justicia, más que para hacer justicia, está para hacer oportunistas. Y huelga decir que el mayor problema de este país es que tenemos muchos más de la cuenta.
     Descanse en paz.

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