sábado, 22 de diciembre de 2018

PORTADA

Queridos lectores: Acaba de salir el número 65 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo. Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo. Tarjeta de Navidad Decir Navidad es decir alegría; decir Navidad es decir amor; decir Navidad es decir paz; decir lo que yo les pido a estos días y al nuevo año para ti, para los tuyos y para todos es decir Navidad. Felices fiestas y feliz 2019 CONTENIDO LA VITRINA: Balance de libros leídos en 2018. MESA CAMILLA: El mensaje de los andaluces. CAJÓN DE SASTRE: La balanza de la Justicia (su historia). EL ÁLBUM DE LA Lengua: Así se escriben los títulos nobiliarios. LA BUTACA: Villares de la Reina llevó al teatro a la más ilustre de sus vecinas: la reina Berenguela. CARTA a… Nuestra Constitución. COSAS DE GARIPIL: Entrevista a María Jesús Sánchez Oliva. Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón. Volveremos a encontrarnos en el próximo número. María Jesús. Seguidores de Honor: Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012. Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012. María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013. Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

Balance de libros Acaba el año y es tiempo de hacer balances. Yo lo hago de los libros que he leído. Este año han sido 27. He aquí los títulos y autores por si alguno te interesa. Los marcados al final con la F de favorito son los que yo recomiendo. Título: “El secreto de Sara”. Autor: Collins, Wilkie. Título: “Las vírgenes del paraíso”. Autora: Barbara Woor. F. Título: “Esa distinguida puta”. Autor: Juan Marsé. Título: “A la sombra del árbol violeta”. Autora: Sahar Delijani. F. Título: “La Mujer del Maquis”. Autora: Ana Ramírez Cañil. F. Título: “Invierno Rojo”. Autor: Kalotay, Daphne. F. Título: “El aroma del espliego”. Autor: Miguel Ángel San Miguel Valduérteles. F. Título: “Flores cortadas”. Autora: Isabel Valverde Vírseda. F. Título: “La habitación de invitados”. Autora: Garner Helen. Título: “Pan de limón con semillas de amapola”. Autora: Cristina Campos. F. Título: “El mercader de juncos”. Autor: Vicent Landel. Título: “La saga de los malditos”.Autor: Chufon Llorens. F. Título:”La hija del boticario”. Autora: Charlotte Betts. F. Título: “El reino del azahar”. Autora: Linda Belago. F. Título: “Maravilla”. Autor:- LaVyrle Spencer. F. Título: “Tierra de Brumas”. Autora: Cristina López Barrio. F. Título: “El aroma de las especias”. Autora: Charlotte Betts. F. Título: “Todo esto te daré”. Autora: Dolores Redondo. F. Título: “El cátaro imperfecto”. Autor: Víctor Amela. F. Título: “Beatriz y la loba”. Autora: Concha López Llamas. F. Título: “Los pacientes del doctor García”. Autora: Almudena Grandes. F. Título: “La visigoda”. Autora: Isabel San Sebastián. Primera parte. F. Título: “La fragancia de la flor de café”. Autora: Ana Veloso. F. Título: “El nombre de los nuestros”. Autor: Lorenzo Silva. F. Título: “Lo que esconde tu nombre”. Autora: Clara Sánchez. Título: “El talmud de Viena”. Autor: Guarch, G. H. F. Título: “Los herederos de la tierra”. Autor: Ildefonso Falcones. F.

MESA CAMILLA

El mensaje de los andaluces Hablaron las urnas en Andalucía y dijeron lo que se esperaba: que el adelanto de las elecciones no resuelve los problemas, más bien, como es el caso, los complica, porque ninguna de las formaciones votadas parecen dispuestas a organizar con sentido común este lío de votos que a ninguna le permite acceder a la presidencia por sí sola. Si los políticos fueran tan demócratas como dicen que son, si de verdad les preocuparan los problemas de los ciudadanos, si tuvieran interés en sacar al país de la ruina en la que entre unos y otros lo han metido, si fueran conscientes de sus obligaciones, con los apoyos de Ciudadanos y de PP incluso, gobernaría el PSOE, que nos guste o no nos guste ha sido la formación más votada, pero los partidos prefieren pactar con el diablo antes que con partidos de distinta ideología, de lo que se desprende que todos pretenden lo mismo: hacer un país a su medida, para ellos, convencidos de que nunca van a pasar a la oposición. Tras este lío de votos que sólo les ha sorprendido a ellos, han empezado las carreras en busca de apoyos que les permitan gobernar, y mientras que ellos se pelean por conseguir el trofeo de la presidencia, los andaluces siguen perdiendo derechos, oportunidades y lo peor de todo: la confianza en los políticos. Esto no es algo que me invente yo, es el mensaje que nos han lanzado los andaluces con su actitud, casi el cincuenta por ciento de los votantes decidieron no acudir a las urnas, están hartos, como el resto de los españoles, de ser engañados, convencidos de que todos los políticos son iguales, de que igual da votar a unos que votar a otros, Y SI ESTO ES, COMO CABE ESPERAR, LO QUE VA A SUCEDER EN TODOS LOS COMICIOS QUE TENEMOS POR DELANTE, más nos valdría sentarnos a reflexionar e ir a las urnas en lugar de quedarnos en casa, porque si bien es verdad que tenemos razones para pasar de los políticos, no es menos cierto que ellos nunca pasarán de nosotros, y todos sabemos por qué.

CAJÓN DE SASTRE

La balanza de la Justicia El símbolo que más conocemos de la Justicia es la balanza de la Justicia. Consiste en una mujer con los ojos tapados, que representa a la Justicia y que lleva en una mano una balanza. La balanza lo que hace es representar la igualdad que tiene la Justicia respecto a todos. En la otra mano lleva una espada, que es la fuerza que tienen los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de los cuales se sirve la Justicia a la hora de imponer las decisiones que toma. La balanza de Justicia es un símbolo con historia, situándose su origen e los comienzos de la civilización humana. El Antiguo Egipto es la época en la que nació. Cuando un egipcio moría , lo que ocurría es que se momificaba el cuerpo. Solo se dejaba el corazón, el cuál era la llave hacia el paraíso. Dentro del sarcófago, a su lado, solía dejarse un papiro, al que se llamaba “El libro de los muertos”. Eran unos textos de gran importancia para el Ba, que era el alma del difunto, en el camino hacia la otra vida. Si se quería llegar a ella, debía pasar por un lugar peligroso, donde había monstruos. Si quería superar todas las pruebas, debía usar los conjuros del libro anteriormente citado, por lo que si el éxito aparecía, le seguiría en la otra vida. A la hora de llegar a Yarú, como se llamaba a la otra vida en el antiguo Egipto, no significaba que uno fuera a disfrutar del paraíso para siempre. Quedaba una prueba importante. Se producía en la Sala de las dos Verdades, ante tres dioses: Osiris, Tot y Anubis, al que recordarán por su cabeza de chacal. Lo que hacía el difunto es entregar a Anubis su corazón, con las buenas obras y se colocaba sobre los platos de una balanza. Sobre el otro se ponía la “Pluma de la verdad”, una pluma de avestruz donde se encontraba todas las malas obras cometidas durante la vida. En caso de que el corazón pasara la prueba, si pesaba más que la pluma, los tres dioses dejaban al alma acceder al Yarú. La balanza de Justicia la adoptaron los griegos luego, siendo un accesorio identificativo para Themis, su diosa de la Justicia. Significaba la igualdad con la que todos los ciudadanos eran tratados. Los romanos también gustaron del símbolo y lo adoptaron para su Justicia. De la antigua Roma llegó hasta nosotros y con nosotros sigue.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

TÍTULOS NOBILIARIOS Se recomienda escribir con minúscula los nombres de títulos nobiliarios, como marqués, duque, conde, barón, etc., ya que se trata de nombres comunes: el marqués de Salamanca, el duque de Edimburgo, el conde de Aranda, el vizconde de Tartas… EMPLEO EXPRESIVO DE MAYÚSCULAS INICIALES En ocasiones, el uso de la mayúscula se debe a propósitos expresivos, como sucede en los casos siguientes: En los títulos, cargos y nombres de dignidad, como Rey, Papa, Duque, Presidente, Ministro, etc. Estas palabras se escribirán siempre con minúscula cuando acompañen al nombre propio de la persona o del lugar al que corresponden: el rey Felipe IV, el papa Juan Pablo II, el presidente del Ecuador, el ministro de Trabajo, o estén usados en sentido genérico: el papa, el rey y el duque están sujetos a morir, como lo está cualquier otro hombre. Sin embargo, pueden escribirse con mayúscula cuando no aparece expreso el nombre propio de la persona o del lugar y, por el contexto, los consideramos referidos a alguien a quien pretendemos destacar: el Rey inaugurará la nueva biblioteca, el Papa visitará tres países en su próximo viaje. También es costumbre particular de las leyes, decretos y documentos oficiales escribir con mayúscula las palabras de este tipo: el Rey de España, el Presidente del Gobierno, el Secretario de Estado de Comercio. En algunas palabras de escritos publicitarios, propagandísticos o de textos afines. Este uso, destinado a destacar arbitrariamente determinadas palabras, es idéntico al recurso opuesto, consistente en emplear las minúsculas en lugares donde la norma exige el uso de mayúsculas. En ningún caso deben extenderse estos empleos de intención expresiva de mayúsculas o minúsculas a otros tipos de escritos. Los títulos de Rey, Príncipe, Infante, Conde, Duque, Marqués y semejantes se escriben con mayúscula, según la Academia, cuando designan personas concretas, y con minúscula cuando están usados en sentido genérico: fue recibido por el Rey, los reyes mueren igual que los esclavos. Pero esta regla no suele acatarse cuando el título va seguido de nombre propio o de complemento. Así, suele verse impreso el zar Nicolás, la reina de Inglaterra, la duquesa de Alba. Se exceptúan de esta costumbre los títulos de los miembros de la familia reinante en España: el Rey Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe. (Seco, Manuel: Diccionario de dudas). TÍTULO NOBILIARIO AÑADIDO AL NOMBRE POR APOSICIÓN Excmo. Sr. Don Javier Godó Muntañola, conde de Godó. Don Íñigo III. Vélez de Guevara y Tassis, VII° conde de Oñate y conde de Villamediana. Juan de Borbón, conde de Barcelona. Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda. Pedro Rodríguez Campomanes, conde de Campomanes. Su nombre verdadero se ignora. El conde de Lautréamont es pseudónimo. Palacio del conde de la Vega del Sella. Carlos Maria Isidro de Borbon, conde de Molina. Gaspar de Guzmán, Conde de Olivares. Xavier María de Munibe e Idiaquez, Conde de Peñaflorida. Excmo. Sr. Don Martíi de Riquer i Morera, Conde de Casa Dávalos. EL TÍTULO NOBILIARIO FORMA PARTE DEL NOMBRE PROPIO El Conde de Montecristo. El hostal Conde de Villanueva. Colegio Parque Conde de Orgaz. Casa del Conde de la Valenciana. Casa del Conde de Pinofiel Hotel Antequera. El Conde de Monte Cristo de Alejandro Dumas. Gaspar María de Nava Álvarez (Castellón de la Plana, 1760-Madrid, 1815) es más conocido literariamente por su título nobiliario, Conde de Noroña.

LA BUTACA

Villares de la Reina (Salamanca) recupera con esplendor la figura de la Reina Berenguela Estreno absoluto de la obra teatral titulada “Grande, Prudente y Sabia: la Reina Berenguela”. 9 diciembre, 2018 Durante cuatro días, desde el 6 al 9 de diciembre, los vecinos de Villares de la Reina han podido disfrutar del éxito y estreno absoluto de la obra teatral titulada “Grande, Prudente y Sabia: la Reina Berenguela”, que se ha representado en el incomparable y emblemático escenario de la Iglesia del municipio. La representación teatral e inédita trata sobre la vida de la reina Berenguela y pretende dar a conocer su biografía, así como el alcance y relevancia de su figura. La representación ha conseguido todo un éxito de convocatoria de público al agotarse las 1000 invitaciones gratuitas en los primeros días para acudir a los cuatro pases únicos de la obra de una hora de duración. En el montaje teatral se homenajea a la gran protagonista y la vecina más ilustre del pueblo, la reina Berenguela (1180-1246), una de las mujeres más influyentes en la Historia de España. Una gran reina, sabia, prudente y justa, que siempre terció entre todos para favorecer la unión y mejora en la vida de los súbditos del Reino. La representación teatral ha sido fruto de la investigación y de todo un año de dedicación y trabajo colectivo en el marco de un proyecto surgido gracias a la iniciativa de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villares de la Reina, que dirige la concejala Teresa Polo Iglesias, para desarrollar un montaje teatral participativo, de creación propia, con guiones escritos por el dramaturgo Miguel Murillo y canciones originales dirigidas por Mª Isabel Sánchez del Instituto de Identidades. El montaje se ha realizado bajo la dirección de Javier de Prado, vecino del municipio, productor y director artístico de la obra, que ha coordinado y dirigido el éxito de la representación teatral. Asimismo, ha contado con la participación de un equipo de más de 60 personas, haciendo de actores y actrices, niños, jóvenes y mayores, junto a la participación del grupo ‘Lazarillo de Tormes’. También gracias a los que han participado en las actividades programadas por el Ayuntamiento, alumnos/as del curso de ‘Canto y Percusión’ y de la Escuela Municipal de Música y vecinos voluntarios. Y junto a la colaboración de la Diputación de Salamanca, de la parroquia de Villares de la Reina y el resto de colaboradores de montaje, logística y atrezo. Entre todos, han contribuido en la realización teatral para contar y revivir la historia del pueblo de hace 800 años, dándola a conocer con la representación de acontecimientos y sucesos que ocurrieron en la época medieval del pueblo, durante los siglos XII- XIII. Así , Villares de la Reina ha homenajeado la historia de la vecina más ilustre y se ha querido sumar a la celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca con el protagonismo de la Reina Berenguela: ‘Grande, Prudente y Sabia’ en este municipio. Desde Salamanca informó para 30 días Eliezer.

CARTA A...

Querida Constitución: El día más importante para los españoles es el 6 de diciembre, Día de nuestra Constitución. Este año hemos celebrado tu cuarenta aniversario. Si miramos hacia atrás, podemos sentirnos afortunados, de tu mano España ha vivido las mejores cuatro décadas de su historia, nunca los españoles tuvimos tantos derechos, tantas oportunidades, tanta libertad, tanto bienestar y tantas posibilidades de construir un futuro estable para las generaciones venideras. Si miramos hacia adelante, sólo tenemos razones para preocuparnos, los políticos te traicionaron y utilizaron sus cargos para impedir el ejercicio de los derechos, frenar la libertad de expresión, prohibieron lo que les interesaba prohibir, confundieron la cultura con los títulos, fomentaron la solidaridad para librarse de sus obligaciones y nos crearon expectativas tan peregrinas que han desembocado en un malestar general cuyas consecuencias ya estamos sufriendo. Este año, los homenajes oficiales, han estado presididos por las huelgas de trabajadores y manifestaciones de pensionistas que llenaron las plazas de nuestras ciudades los días previos y siguen llenando; los primeros para pedir trabajo y sueldos compatibles con los precios, y los segundos, pensiones dignas y seguridad en el sistema. Los políticos, como de costumbre, te colmaron de alabanzas y no aportaron más soluciones que la de cambiar tus artículos. Es evidente que algunos urge cambiar, sobre todo aquellos que les protegen, pero los cambios no servirán para salir de este complicado laberinto social y económico en el que nos han metido si no cambian ellos, y no parece que ningún partido se reconozca responsable.

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! Las primeras palabras que quiero hilvanar hoy son para dar las gracias a todos los que me han enviado mensajes para felicitar a mi autora por la reciente publicación de “Los días perdidos”, gracias por leer el libro, gracias por solicitármelo, gracias, en su nombre y en el mío, por todos los comentarios favorables. Algunos lectores me formulan preguntas acerca del libro. Aunque les responderé de forma individual, me parece oportuno dar una respuesta general, y nada mejor que copiaros la entrevista publicada en el diario digital en el que colabora con una columna de opinión. Entrevista a María Jesús Sánchez Oliva, para Salamanca rtv al día, periódico digital. 7 de noviembre de 2018 • ¿Cómo surge la idea de 'Los días perdidos'? • Como suelen surgir las ideas: escuchando a los demás en lugar de oírlos y analizando sus relatos. • ¿Por qué dejamos muchos días sin vivir? • A veces porque nos obligan las circunstancias, a veces porque anteponemos el deber a los deseos, a veces porque no sabemos gestionar bien nuestros asuntos, a veces porque no vivimos pendientes de las oportunidades que pasan por nuestro lado, y sobre todo porque nunca pensamos que hoy puede ser nuestro último día. • ¿A quién va dirigido especialmente este libro? • A quien quiera leerlo, no he pensado en nadie en especial, las protagonistas de cada historia son personas muy sencillas. • Ara, la protagonista de Los Días Perdidos, ¿cómo la definiría? • Como una mujer estupenda, pero muy cobarde ante el primer revés que le impone el destino, y con muy buena estrella pues al final es el destino quien la devuelve a la felicidad perdida. • También hay un protagonista masculino, Daniel, ¿qué tienen en común? • Sufrir el mismo desengaño, el mismo fracaso, la misma decepción. • Del cuento a la poesía o el relato, de todos los géneros literarios, ¿tiene predilección por alguno en particular? • Por el cuento, tanto para niños como para adultos. • Si hablamos de novela, ¿qué tiene que tener indiscutiblemente una novela para enganchar al lector? • Personajes que transmitan al lector algo más que matar el tiempo, una estructura bien ordenada y un lenguaje comprensible. • ¿Próximos proyectos en los que ya está trabajando? • De momento he aparcado varias cosas que tengo entre manos para corregir dos libros que escribí hace más de veinte años: “Bella Luna” y “Cuentos de las esquinas”. No creo que les cambie mucho. Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable. “Garipil” (1995). Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores. “Letanías” (1999). Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios. “El rosario de los cuentos” (2003). Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996. “Cartas de la Radio” (2007). Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria. “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014). Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos. “Los días perdidos” (2018). Reseña: Me miré las manos y de rabia me quité el anillo, el que él me había puesto mientras me prometía amor, respeto, fidelidad. Si él me lo había devuelto, yo tenía que devolvérselo. Los anillos de matrimonio no son anillos, son alianzas, y cuando uno rompe la alianza, al otro se le rompe a la vez. En “Los días perdidos”, María Jesús Sánchez Oliva, narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Ara, aunque tanto ella como el resto de los personajes son ficticios, puedes ser tú, tu amiga, tu amigo, porque a veces queriendo, a veces sin querer, seguramente por la humana tendencia a rechazar la certeza de que la vida se acaba todos dejamos muchos días sin vivir. Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico: garipil94@oliva04.e.telefonica.net Estaré encantado de responderte. Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

PORTADA

 Queridos lectores: Aunque todavía con retraso por diferentes causas,acaba de salir el número 64 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gmail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA: Acaba de nacer un libro: “Los días perdidos”.  
    MESA CAMILLA: El único culpable.
    CAJÓN DE SASTRE: Historia del orden alfabético.
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Alias y apodos, escritura correcta.
    LA BUTACA: La noticia de este mes es un notición para Pilar y otras madres.
    CARTA a… Susana Díaz, presidenta de Andalucía, de momento en funciones.
    COSAS DE GARIPIL: Garipil tiene un nuevo hermano y quiere presentarlo.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

¡Hola! Entrar en esta sección no me corresponde a mí, es la que tiene mi autora para recomendar sus libros favoritos como lectora, hablar de los suyos es cosa de Garipil que para eso tiene su espacio, pero acabo de nacer y le he pedido permiso para presentarme, y antes de que se arrepienta y me lo impida, paso a hacerlo. ¿Por qué no van a estar aquí sus libros también?

    Mi título: “Los días perdidos”.
    Mi autora: María Jesús Sánchez Oliva.
    Te resumo mi contenido: 
    Ara es una mujer estupenda, pero tiene un problema: ha sido tan afortunada que la primera vez que la vida le da la espalda se hunde por completo. El problema no es otro que el abandono inesperado de su marido. Ante tal adversidad sólo encuentra una salida: aislarse del mundo y su refugio no es otro que su piso de soltera. Sola vive, sin querer ver a nadie, evitando que alguien la vea. Una mañana la avería del ascensor la obliga ha bajar a pie todas las plantas del edificio. En cada rellano, ante su sorpresa, se encuentra con una mujer que de un modo u otro le cuenta su historia, y sólo en la planta baja se encuentra con un hombre, el que sufre su mismo drama, el que siente su misma soledad, el que su buena estrella le pone en el camino para no perder más días inútilmente.

     Bueno, si quieres ir conociendo a todas las mujeres que desfilan por mis páginas, si quieres saber algo más de mí, ya sabes: date una vuelta por “Cosas de Garipil”.

MESA CAMILLA

El único culpable

     No había aparecido el cadáver del niño desaparecido en la riada de Mallorca que se llevó la vida de trece personas sin contarlo cuando Andalucía empezó a pedir auxilio: también se inundaba y lamentablemente con una víctima mortal.

     Quieren convencernos de que estos fenómenos naturales obedecen solamente al tan traído y llevado cambio climático, y parte de razón tienen, el tiempo lleva cambiando desde que el mundo es mundo, pero las riadas no son tragedias de nuestros días.        

    Nuestro río Tormes, aunque lo veamos cada mañana con cara de no haberse saltado un muro en su vida, el 26 de enero de 1626, empujado por el fuerte viento y las intensas lluvias, tuvo que hacerlo y se llevó por delante la vida de 142 personas, y no se llevó el puente porque lo hicieron los romanos que sino…

     Murcia y Orihuela fueron las zonas más afectadas por las inundaciones del 14 de octubre de 1879. La sequía dio paso a repentinas lluvias torrenciales en la cabecera del Guadaletín, provocando un aumento brusco de los caudales del Segura y sus afluentes. La ciudad de Murcia quedó inundada casi en su totalidad y en Orihuela se llegó en algunas calles a 3.80 metros de altura de agua. Murieron 179 personas y 13769 cabezas de ganado.

     Málaga. 24 de septiembre de 1907. 21 personas perdieron la vida en esta inundación catastrófica sin lluvias sobre la ciudad. Las lluvias fuertes se habían producido aguas arriba sobre la cuenca del Guadalmedina, y este trajo a la ciudad una gran avalancha de agua y barro, alcanzando hasta cinco metros de altura.

     Era el 14 de octubre de 1957 cuando las inundaciones del río Turia dejaron 81 muertos en Valencia. La primera de las dos riadas pilló desprevenidos a los valencianos porque allí apenas había llovido, donde lo había hecho de manera impresionante fue aguas arriba, en la comarca del Camp del Turia. La segunda llegó al mediodía del día 14, coincidiendo esta vez con lluvias torrenciales sobre la ciudad, se acumularon 125 l/m2, 90 de ellos en apenas 40 minutos, y el río llevaba un caudal de unos 4200 m3/s.  

     El 25 de septiembre de 1962 las intensas lluvias de hasta 250 l/m2 sobre la comarca del Vallés Occidental, Vallés Oriental, Bajo Llobregat y Maresme hicieron crecer el caudal de los ríos Llobregat, Besós y afluentes. Las inundaciones causaron más de 800 
víctimas mortales en localidades como Tarrasa, Sabadell y Rubí.

     De nuevo el río Guadaletín protagonizó otra de las peores inundaciones de la historia de España, junto con el Almanzora y las ramblas de Nogalte y Albuñol. El 19 de octubre de 1973 continuó la tormenta iniciada el día anterior, recogiéndose 600 l/m2 en Zúrgena (Almería) y también en Albuñol (Granada). Como consecuencia hubo numerosas víctimas mortales y los municipios de La Rábita (Granada) y Puerto Lumbreras (Murcia) quedaron arrasados. Yo misma, en mi querida ciudad de Cáceres, tuve un compañero de trabajo que lo perdió todo en esta riada, absolutamente todo, y él y su familia se quedaron en la calle con lo puesto. 

     Las lluvias torrenciales caídas el 20 de octubre de 1982 en las provincias de Valencia, Alicante y Murcia provocaron la rotura de la presa de Tous en el río Júcar, dando lugar a una catastrófica inundación con más de 30 muertos. Entre los datos de precipitación destacan los 240 l/m2 en Cofrentes (Valencia) y 82 l/m2 en una hora en Alicante.

     El 7 de agosto de 1996 tuvo lugar una de las inundaciones más recordadas de la historia de España. La fuerte tormenta caída arrasó el camping de las Nieves en Biescas (Huesca), causando 86 muertos y un niño desaparecido. El camping estaba situado sobre el Torrente de Arás, que creció de 3 a 300 m3/s en una hora.
 
     Estos datos son más que suficientes para saber que estos fenómenos son inevitables, y, desgraciadamente, seguirán sucediendo aunque les hagamos caso y  cambiemos el coche por los patines, reemplacemos las bombillas por otras más caras, paguemos las bolsas de la compra a falta de manos, repartamos la basura en un sinfín de contenedores y nos duchemos con el grifo del agua caliente cerrado. Lo que sí podemos evitar es que el número de víctimas mortales sea menor y en no pocos casos nulo. Bastaría con que nunca se construyeran viviendas en los cauces de los ríos y cerca de las costas, en terrenos húmedos o pendientes, en lugares donde ya hubo inundaciones y se limpiaran periódicamente todos los sistemas de evacuación de las aguas. Pero es evidente que  estas medidas, aunque las normativas que se firman en los despachos digan que hay que tomarlas, no siempre se tienen en cuenta, el negocio está por encima de la vida de las personas, y ante estas tragedias el cambio climático es siempre el único culpable.

martes, 13 de noviembre de 2018

CAJÓN DE SASTRE

Ordenación alfabética

     El orden alfabético es un sistema fácil y cómodo de localizar palabras en un diccionario, información en una enciclopedia, un número de teléfóno  en una lista, o determinado contacto en nuestra lista de ellos. Pero ¿cuándo surgió esa manera tan fácil y cómoda de localización?

     El escritor e historiador Santiago Posteguillo nos lo explica muy bien en su libro La noche en que Frankenstein leyó el Quijote:

     “A mediados del siglo III a. C., el gran imperio de Alejandro Magno acaba de descomponerse en diferentes estados y a la cabeza de cada uno de esos nuevos reinos ha quedado uno de sus veteranos generales. Seleuco se quedó con Babilonia, Mesopotamia, Persia y Bactria; Antígono obtuvo el control de Frigia, Lidia, Caria, el Helesponto y parte de Siria; Lisímaco se quedó con Tracia, y Casandro con Macedonia; pero es el general Tolomeo quien nos interesa, pues él será quien gobierne a partir de entonces el legendario Egipto, desde el sur de Siria hasta los confines más recónditos del valle del Nilo. Las guerras de frontera, precisamente contra los otros generales del fallecido Alejandro, ahora convertidos en ambiciosos reyes, consumen las energías de Egipto, pero, aun así, Tolomeo I funda un nuevo edificio en Alejandría más allá de los intereses militares: una biblioteca. No tuvo tiempo de más. Teniendo en cuenta a sus belicosos vecinos, ya hizo mucho. 

     Su hijo Tolomeo II le sucede en el trono, pero Tolomeo II no es el gran militar que fue su padre y pronto es derrotado en las fronteras del reino; Tolomeo II, rey faraón de Egipto, se concentra entonces en las grandes obras públicas en Alejandría: continúa con la consolidación de la biblioteca y construye, en la isla de Faros, una gran torre con fuego en lo alto que servirá de guía a los barcos que llegan al gigantesco puerto de aquella emergente urbe del mundo antiguo. Eran barcos cargados con todo tipo de mercancías venidas desde todas las esquinas del Mediterráneo: aceite de la lejana Hispania, vino de la Galia, lana de Tarento… y entre todo lo que traían había cestos enormes repletos de rollos y más rollos de papiro con volúmenes de todo tipo: obras de teatro, poemas épicos, tratados de filosofía, medicina, matemáticas, retórica y cualquier rama del saber de la época. Se trataba de recopilar todo el conocimiento para constituir la mayor y mejor biblioteca del mundo, pero llegó un momento en que todos los funcionarios del nuevo edificio se vieron desbordados por la enorme cantidad de rollos que tenían y así se lo comunicaron a su rey. Fue entonces cuando Tolomeo II llamó a Zenodoto.

     —Necesito que te ocupes de la biblioteca —le dijo Tolomeo II.

     Zenodoto se sentía incómodo. Llevaba meses centrado en la recopilación de los viejos poemas de un tal Homero, un autor antiguo difícil de entender que empleaba palabras viejas olvidadas por todos, hasta el punto de que había ocupado las últimas semanas en escribir un detallado glosario que recopilara todos aquellos términos.

     —El rey faraón de Egipto tiene muchos servidores que pueden ocuparse de la biblioteca —respondió Zenodoto para intentar zafarse de un encargo que retrasaría en meses, quizá en años, el trabajo que llevaba entre manos y que le interesaba mucho más que ponerse a ordenar papiros.

     El rey faraón dador de Salud, Vida y Prosperidad, pues según la milenaria tradición ésos eran sus títulos en Egipto desde el tiempo de las pirámides, sonrió. Tolomeo II siempre fue paciente con Zenodoto.

     —Sólo te pido que vayas a ver la biblioteca. Entonces entenderás.

     Zenodoto no podía negarse. A fin de cuentas era el faraón quien financiaba sus trabajos. Así, a regañadientes, se encaminó hacia la vieja biblioteca. Nada más llegar empezó a entender: Tolomeo II había ampliado notablemente los edificios que su padre había dedicado a aquel centro del saber. Las dimensiones eran descomunales. Era evidente que nunca antes se había construido una biblioteca de esa envergadura, pero aquello carecía de importancia en comparación con lo que Zenodoto encontró en su interior: centenares de trabajadores llevaban miles de cestos repletos de rollos de papiro de un lugar a otro, distribuyéndolos según podían por las inmensas salas de aquella gigantesca obra. Había centenares de miles de rollos de papiro, quizá más de un millón. Incontables, inabarcables. Zenodoto comprendió al rey faraón. No había encontrado a nadie que ni tan siquiera pudiera haber intuido cómo ordenar todo aquello. Y ordenarlo era clave, pues una biblioteca no valía nada por el mero hecho de acumular centenares de miles de rollos si nadie era capaz de encontrar uno cuando alguien quisiera consultarlo. En las pequeñas bibliotecas griegas, donde se acumulaban unos centenares de rollos, el veterano bibliotecario de cada lugar recordaba el sitio donde encontrar cualquier texto, pero allí aquello era absurdo. Nadie podía recordar tanto. Había que clasificar, como fuera; pero clasificar aquellas montañas de cestos llevaría años, siglos. Ni siquiera bastaría una vida. Zenodoto, no obstante, no era hombre de amilanarse con facilidad y puso los brazos en jarras. ¿Cómo ordenar aquel universo de palabras? Tenía que haber alguna forma.

     Zenodoto no durmió aquella noche. Se movió inquieto en la cama. Sólo soñaba con miles y miles de rollos en grandes colinas dispersas como túmulos fantasmagóricos. Se incorporó sobresaltado. Estaba sudando profusamente. Se levantó y echó agua fresca en un vaso de cerámica. De pronto tuvo un momento de iluminación.

     A la mañana siguiente fue a hablar con el rey.

     —Yo me haré cargo de la biblioteca —dijo, y Tolomeo II asintió satisfecho.

     Zenodoto regresó entonces a aquel imponente edificio y se situó en medio de todos aquellos rollos. En su mente recordaba su glosario de palabras antiguas de Homero: eran tantos los términos arcaicos que usaba aquel poeta que los había ordenado por grupos, los que empezaban por A todos juntos, luego los que empezaban por B y así sucesivamente. Al principio le pareció algo demasiado simple, pero pronto se dio cuenta de que aquello funcionaba muy bien para localizar una palabra sobre la que hubiera trabajado. Zenodoto, subido a una mesa que utilizó como improvisado estrado, habló alto y claro a los trabajadores de la gran Biblioteca de Alejandría.

     —Ordenaremos los rollos por orden alfabético según su autor.

     Todos le miraron asombrados. Y, al mismo tiempo, infinitamente aliviados. La tarea llevó meses, años, pero Zenodoto tuvo tiempo de ver en vida aquella inmensa biblioteca con todos los centenares de miles de rollos archivados y localizables y, además, tuvo tiempo de volver a trabajar sobre los poemas de Homero.

     Y así seguimos. Así que cuando busque un libro en una librería o el número de teléfono de un amigo en su agenda electrónica en el móvil, recuerde al bueno de Zenodoto. Se merece, cuando menos, un segundo de nuestra memoria”.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

     ** apodos y alias, escritura correcta

     Los apodos y los alias comienzan con mayúscula inicial y, si están precedidos de artículo, lo apropiado es escribir este con inicial minúscula, tal como indica la Ortografía de la lengua española.

     Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «El derrumbe de “El Chicle” tras el abandono de su familia», «Y después de “El Chapo”, ¿qué?», «Un día de rehabilitación y cine para ‘El Tigre’ Falcao» o «José María Tutor reconoció en su declaración que «El Cura» es José López Orozco».

     En la obra mencionada, además, la Academia señala que no es necesario resaltar los apodos con comillas ni cursivas, salvo que este se encuentre entre el nombre de pila y el apellido: Ernesto «Che» Guevara o Antonio «Huracán» Pérez.

     Por otra parte, cabe indicar que siempre que el artículo acompañe a las preposiciones a o  de estas se contraerán con el artículo dando lugar a las formas al y del.

Así pues, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «El derrumbe del Chicle tras el abandono de su familia», «Y después del Chapo, ¿qué?», «Un día de rehabilitación y cine para el Tigre Falcao» y «José María Tutor reconoció en su declaración que el Cura es José López Orozco».

LA BUTACA

¡¡NOTICIÓN!!

     Pilar Suárez

     Calatayud, España

     24 de oct. de 2018 —
 
     ¡Hola! Tengo una noticia buenísima que daros: ¡¡¡Desde hoy los menores trans podrán cambiar su nombre en el DNI sin problemas!!! Hasta ahora dependía de la arbitrariedad de cada registro civil (como ya sabéis por el caso de mi hijo Gabriel y su lucha en change.org/MeLlamoGabriel) pero hoy se ha publicado en el BOE una Instrucción del ministerio de Justicia que dice que a partir de ahora bastará con que estos menores «declaren que se sienten del sexo correspondiente al nombre elegido para que su petición sea atendida».

     Es un paso gigante para los derechos de las personas transexuales. Y como dice esta noticia de Cuatro, mi hijo Gabriel "es uno de los artífices de esta victoria.

     Hace unos días él llevó al Ministerio su lucha y 129.000 firmas de apoyo".
Entre esas 129.000 firmas que el viernes pasado registramos ante las cámaras está la tuya, y no sabes cuánto te lo agradecemos. Viajar hasta Madrid para entregar cada una de vuestras firmas y ver a tantos periodistas entrevistando a Gabriel e interesándose por su caso fue emocionante. Salimos del registro con muy buenas sensaciones y parece que no nos equivocábamos. El paso que se ha dado hoy hará más fácil la vida de muchos, muchos menores en España.

     Estamos tan felices como impacientes. Felices porque esta es una grandísima noticia. E impacientes porque no sabéis las ganas que tenemos de que se resuelva nuestro recurso cuanto antes de forma favorable y poder leer POR FIN el nombre de Gabriel en su DNI.

     Gracias por tu firma. Sin duda ha servido para levantar nuestra voz y hacer posible este avance tan importante. ¡Seguiremos informando!

     Desde Calatayud (Zaragoza) informó para 30 días P S.

CARTA A...

Doña Susana Díaz:

     Tras unas semanas fuera de España revisé los periódicos y la primera noticia del enmarañado panorama político que me encontré fue que usted, en su calidad de presidenta de  Andalucía y ante los problemas que tiene para seguir gobernando en minoría, ha convocado elecciones, por lo que  los andaluces tendrán que acudir a las urnas antes de lo previsto, y no se descarta, por parecidas razones, que el presidente Sánchez tenga que seguir sus pasos con las generales, que es lo que le piden a gritos todos los partidos.

     Tanto para su partido como para los que aspiran a mandarlo a la oposición, las elecciones se han convertido en la píldora mágica a la que recurren para curarse de los dolores de cabeza que les causa el gobernar en minoría, pero esto no es más que un remedio casero para creerse curados hasta que hablen las urnas, y el ejemplo más reciente lo tenemos con el adelanto de las elecciones en Cataluña: el adelanto de las elecciones sólo consiguió volver al principio y seguir en manos del más lamentable desgobierno.

     Las mayorías absolutas en este país han pasado a la historia. Los vergonzosos casos de corrupción que salpican a los partidos que han gobernado, su nula voluntad para construir en lugar de destruir cuando pueden hacerlo, sus escandalosos sueldos y sus leyes para acabar con la clase media, hacen que pierdan votos de sus militantes incluso, y la desconfianza que generan con su actitud los que no han gobernado hace que los pierdan antes de hacerlo. ¿A quién voto? Es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos ante todos los comicios y tendremos que seguir haciéndonos hasta que unos y otros no se convenzan de que tienen que cambiar de píldora si quieren curarse.

COSAS DE GARIPIL

 ¡Hola! Bienvenido a este espacio donde sueles encontrarme leyendo cosas de mi autora. Posiblemente, como son lecturas que elijo yo y no tú, te marches siempre sin hacerme caso, pero hoy puedes quedarte tranquilo, sólo quiero darte una noticia: acaba de publicar con Círculo Rojo “Los días perdidos”. Este libro obtuvo un “Premio Tiflos” en 2013. Y he aquí la reseña:

     LOS DÍAS PERDIDOS

     Me miré las manos y de rabia me quité el anillo, el que él me había puesto mientras me prometía amor, respeto, fidelidad. Si él me lo había devuelto, yo tenía que devolvérselo. Los anillos de matrimonio no son anillos, son alianzas, y cuando uno rompe la alianza, al otro se le rompe a la vez.

    En “Los días perdidos”, María Jesús Sánchez Oliva, narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más.

    Ara, aunque tanto ella como el resto de los personajes son ficticios, puedes ser tú, tu amiga, tu amigo, porque a veces queriendo, a veces sin querer, seguramente por la humana tendencia a rechazar la certeza de que la vida se acaba todos dejamos muchos días sin vivir.

    Si quieres saber algo más del libro, sólo tienes que ponerme un mensaje. Por mi parte añadir que me hace feliz tener un nuevo hermano.
    
     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
     “Garipil” (1995).
     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
     “Letanías” (1999).
     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
     “El rosario de los cuentos” (2003).
     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
     “Cartas de la Radio” (2007).
     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

garipil94@oliva04.e.telefonica.net 

     Estaré encantado de responderte.

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

viernes, 10 de agosto de 2018

PORTADA

 Queridos lectores: Aunque de nuevo con unas fechas de retraso, acaba de salir el número 63 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia.

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gmail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA: “Pan de limón con semillas de amapola”, es el libro que se presenta este mes. Lo firma Cristina Campos.  
    MESA CAMILLA: Las drogas, un problema social.
    CAJÓN DE SASTRE: Más que una canción es un himno, “Libre”, de Nino Bravo. Su historia.
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Grosso modo, no a grosso modo. Sobra la a.
    LA BUTACA: Blacky ya tiene techo.
    CARTA a… José María Aznar, expresidente español.
    COSAS DE GARIPIL: “Flecos sueltos”, de María Jesús Sánchez Oliva.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

¡Hola! Todos los libros queremos ser vendidos, pero no todos los lectores pueden comprarnos. Pero esto no sirve de excusa para dejar de leernos. Existen bibliotecas públicas donde puedes ir a leer o solicitar libros en calidad de préstamo. Para que te acerques a la de tu barrio o a cualquiera de tu ciudad a buscarme te dejo mis datos:

     Me llamo “Pan de limón con semillas de amapola”. Me bautizó Cristina Campos, que es quien me dio la vida. Y te resumo lo que puedo contarte: 

    Es la historia de dos hermanas: Ana y Marina. Está ambientada en un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina crecen juntas y reciben las mismas atenciones por parte de sus padres, pero son muy distintas la una de la otra, sin que esto signifique que se lleven mal. Ya adultas cada cual emprende su camino. Ana apenas ha salido de la isla. Se casa, tiene una hija, vive en la lujosa casa que fue de sus padres, con servicio doméstico, rodeada de amigas bien acomodadas y como ellas sin más actividades que las de ir al club de moda, frecuentar el salón de belleza, las mejores tiendas de ropa, lucir el último modelo de coche y sentirse la mejor de las madres por llevar a su hija al más caro de los colegios. Nunca se pregunta de dónde procede el dinero que gana su marido, le basta con saber que le permite llevar una vida de regalo. Unos años después su marido deja de llevar dinero a casa, tiene extraños comportamientos, y el amor empieza a desvanecerse. Marina es soltera, médico de profesión, nunca simpatizó con su cuñado, y ávida de salir de la isla, se fue al tercer mundo, a trabajar como cooperante de Médicos sin Fronteras. Pronto conoció al médico que sería su pareja y juntos se entregaron a su labor humanitaria. Quince años llevan sin verse cuando Marina, avisada por su hermana, tiene que regresar a Mallorca, para vender un molino y una panadería que han heredado de una desconocida. Marina llega a Mallorca con la idea de hacer los trámites legales y regresar al tercer mundo lo antes posible, ni quiso la parte de la casa de sus padres, ni tenía intención de coger la del molino, pero empezaron a descubrirse los líos de su cuñado, una enfermedad cambió a su hermana, se encariñó con su sobrina y decidió quedarse con un propósito: saber quién era la desconocida que les había dejado aquella herencia tan singular y por qué. Esto se descubre al final, cuando encuentra la receta del pan de limón con semillas de amapolas, que era la especialidad de la panadería y que nadie había logrado hacerlo igual.

Te espero en tu biblioteca para acompañarte en estos días de calor.

MESA CAMILLA

Las drogas, un problema social

    Una niña de once meses ha tenido que ser ingresada en el hospital de Guadalajara por una intoxicación de cocaína. Esto nos recuerda algo que parece olvidado: que el consumo de drogas sigue siendo un problema social muy grave.
    El consumo de drogas no ha disminuido, más bien ha aumentado, basta ver cómo la mayoría de tragedias que nos sobrecogen a diario tienen de fondo el consumo de drogas. Esta realidad nos revela dos datos a tener en cuenta: que ha dejado de ser un problema de jóvenes, que lo tienen también los mayores, y que los adictos ya no proceden de familias destructuradas, de bajo nivel cultural o en riesgo de pobreza; ahora también son los que vemos bien vestidos, tienen títulos universitarios y hasta ejercen profesiones de prestigio. Pero parece que este drama que sufren tantas familias y que de un modo u otro nos afecta a todos ha dejado de ser un problema social. ¿Dónde han ido a parar los mensajes que en otros tiempos se lanzaban en radio y televisión para advertir a los jóvenes de sus peligros y consecuencias? ¿Por qué no se controla con rigor el tipo de drogas que se consumen en las discotecas y otros establecimientos del ramo? ¿No será que aunque no esté legalizado su consumo interese hacer la vista gorda para proteger la venta?
    Cuando los jóvenes gozan de libertades, de derechos, de medios para todo son un peligro, y permitir que les aten las alas con el lazo de las drogas tiene sus ventajas, porque cuantos más se queden por el camino, menos son a exigir. Cuando el número de desempleados es alto, la precariedad en el empleo visible, los salarios bajos, los precios altos, las prestaciones sociales escasas y mal repartidas, y crecen las ventas de coches de lujo, se multiplican los viajes a países exóticos, se llenan los hoteles y los restaurantes los fines de semana y hasta se rechazan trabajos, es porque el dinero viene de algún lado, y venga de donde venga, trae siempre una solución: la de evitar protestas.

CAJÓN DE SASTRE

“Libre” Más que una canción es un himno. 

     La canción “Libre” de Nino Bravo está inspirada en la historia de Peter Fechter, un jovencito de poco más de 18 años, casi veinte, que fue el primer alemán que intentó saltar en 1962 el recién estrenado muro de Berlín. Llegó al muro acompañado de un amigo, Helmut Kubelik, que por suerte sí llegó a rebasarlo, pero Peter, una vez que “extendió sus alas” y se encaramó al mismo, recibió el alto de los soldados soviéticos, pero como dice la canción “marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó” y de esta manera, al no ser atendido el alto, dispararon sobre el joven que fue alcanzado por varios disparos y cayó del muro en lo que se denominaba “zona de nadie”. Allí quedó tendido a la vista de todos, ciudadanos, periodistas y militares, pidiendo auxilio mientras se desangraba a borbotones, sin poder moverse por la gravedad de las heridas, y sin nadie que se atreviera a recogerlo. Los occidentales tenían miedo de recibir disparos en aquella nueva situación y tan solo se atrevieron a lanzarle un botiquín, que de nada sirvió a un Peter Fechter casi moribundo y a cada minuto con menos vida. Los rusos a los que pertenecía la zona muerta aguardaron unos interminables 50 minutos de agonía del joven hasta que procedieron a recogerlo.

     El pueblo berlinés que presenciaba la escena gritaba a ambos bandos que remediaran la muerte de aquel jovencito, pero nadie hizo nada, incluso las fuerzas occidentales impidieron que ningún civil acudiera a ayudarlo. Al final, en el lugar del suceso solo quedaron flores que fueron lanzadas por los indignados berlineses.

     No sería el último en morir en el muro, aun vendrían 260 más. El último fallecido de esta larga lista fue Chris Gueffroy, en 1989, que curiosamente tenía también veinte años.

      Hoy en día hay un monumento en el lugar en el que cayó Peter y también hay una canción cuya letra viene bien releer desde esta nueva óptica. Nino Bravo la escribió tras la impresión que le provocaron las imágenes que se publicaron en la prensa. La canción que todos hemos canturreado alguna vez dice así:

Tiene casi veinte años y ya está 
cansado de soñar; 
pero tras la frontera está su hogar, 
su mundo y su ciudad. 
Piensa que la alambrada sólo 
es un trozo de metal 
algo que nunca puede detener 
sus ansias de volar.
Libre, 
como el sol cuando amanece yo soy libre, 
como el mar. 
Libre, 
como el ave que escapó de su prisión
y puede al fin volar. 
Libre, 
como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, 
camino sin cesar, 
detrás de la verdad, 
y sabré lo que es al fin la libertad.
Con su amor por bandera se marchó 
cantando una canción; 
marchaba tan feliz que no escuchó
la voz que le llamó
y tendido en el suelo se quedó,
sonriendo y sin hablar;
sobre su pecho, flores carmesí 
brotaban sin cesar.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

GROSSO MODO, NO A GROSSO MODO

     La locución latina grosso modo nunca va precedida de la preposición a.

     Grosso modo es una locución latina que significa aproximadamente o a
grandes rasgos. A pesar de lo extendido de su uso, es siempre incorrecto
anteponer la preposición a, según se afirma en el Diccionario panhispánico
de dudas.

     Así, en una frase como “Estas consideraciones, a grosso modo, demuestran la
hipótesis apuntada” debió decirse “Estas consideraciones, grosso modo,
demuestran la hipótesis apuntada”.

     Recordemos, además, que lo adecuado es escribirla en cursiva o, si no se
dispone de este tipo de letra, entre comillas, tal y como señala la
Ortografía académica.

     Recomendación de la Fundación del Español Urgente

LA BUTACA

Blacky ya tiene techo

    Se trata de una prueba piloto en la que desde FAADA hemos colaborado, en el marco de la campaña #MillorsAmics, proporcionando atención veterinaria al animal.

    En 2016 desde FAADA puso en marcha el proyecto #MillorsAmics tras constatar que en Barcelona muchas personas sin hogar no podían acceder a centros de acogida residencial, centros de día, comedores sociales etc. por tener a su cargo un animal.

    Así que desde la Fundación empezamos a mantener reuniones tanto con las entidades privadas que trabajan en este sector, como con el Ayuntamiento de Barcelona para conseguir que el acceso con animales a dichos centros sea posible tal y como ya pasa en países como Canadá, Inglaterra y EEUU.

    En el marco del mismo proyecto además, desde FAADA también empezamos a trabajar para que se proporcione atención veterinaria a estos animales y para conseguir que se acepten donaciones de comida para perros y gatos en las recogidas de alimento. Otro objetivo muy importante de la iniciativa es la recopilación de datos de personas sin hogar y vulnerables que conviven con animales en Barcelona, ya que sin cifras exactas, esta realidad queda en una cuestión de percepción.

    En los últimos meses, con nuestro acompañamiento, algunos centros privados ya habían empezado a permitir en sus instalaciones el acceso a animales. Es este el caso de Cal Muns, que acogió en su centro a un usuario y a su gato, y de Assis centre d’Acollida que ya permite oficialmente el acceso con perros.

    Y ahora, también el primer centro de acogida residencial del Ayuntamiento de Barcelona ha abierto sus puertas a Blacky, un perrito de 12 años que lleva toda la vida acompañando a Omar. 

    Dentro del acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento, desde FAADA nos hemos encargado de que al animal se le proporcionaran todas las actuaciones veterinarias para garantizar que su estado  higiénico-sanitario fuera óptimo.

    Blacky es el punto de partida para que al fin en Barcelona una persona sin hogar no tenga que ser discriminada por el hecho de compartir su vida con un compañero canino.

    Gracias al trabajo conjunto de Servicios Sociales, Oficina de Protección de los Animales del Ayuntamiento de Barcelona (OPAB) perteneciente al Departamento de Bienestar Animal y FAADA, esta prueba piloto al fin ya está en marcha.

    Si todo procede como se espera, en los próximos meses otros centros de acogida públicos de Barcelona podrían ir adaptándose a esta realidad.

    Noticia extraída de la prensa.

    Desde Barcelona informó para 30 días Natalia.

CARTA A...

Señor Aznar:

     Gran noticia: tras años de ausencia vuelve usted a casa  y Pablo Casado lo recibe con los brazos abiertos. Está claro: la muerte política de Mariano Rajoy lo ha reconciliado con su partido. Ninguna sorpresa. Las relaciones entre ambos empezaron a deteriorarse cuando ganó las primeras elecciones. Tampoco nos sorprendió a muchos.
     Veinte años le costó al Partido Popular ganar unas elecciones y usted consiguió mantenerse en el poder durante dos legislaturas. Para las terceras, cuando más seguro creía tener el cargo, se le complicaron las cosas. 
    Ante la certeza de perderlas, nombró sucesor a Mariano Rajoy, y todo indicaba que con una intención: la de que pasada la mala racha volviera a cederle el sitio, nunca renunció a la posibilidad de volver a la Moncloa, siempre manifestó el deseo de quedarse en ella para los restos, y como político muy avispado, pensó que los ciudadanos se olvidan pronto de sus errores. Todo lo tenía calculado, no podía fallar,   Rajoy era el más dócil del equipo y sólo era cuestión de controlar sus movimientos hábilmente y esperar.
    Pero Rajoy le cogió el tranquillo al asunto y contra todo pronóstico sacó a Zapatero de la Moncloa, consiguió hacerse con la segunda legislatura, y hubiera ganado las terceras, más que por sus aciertos, por los desaciertos de los demás, si sus enemigos políticos no hubieran decidido acabar con él fuera como fuera.
    Su vuelta a la sede de Génova, su apoyo incondicional al nuevo presidente del partido, el caluroso recibimiento de éste y el aislamiento demostrado a la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y sus afines, dejan claro que los autores de su muerte política estaban dentro de su partido.
     Pero ni usted ni su protegido piensen que la guerra interna del PP ha terminado, lo normal es que surjan nuevos enfrentamientos entre los dos bandos, porque los éxitos que se fraguan sobre las desgracias de los demás en cualquier actividad tienen los días contados, y en política, lo sabe usted por experiencia, no siempre es una excepción.

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! Sigo con “Los días perdidos”, de mi autora. Hoy toca leer…

          FLECOS SUELTOS

      Aquel 11 de julio de 1990 parecía un día como los demás, pero para Pablo y Lucía era el más importante de su vida: a las seis de la tarde iban a ser padres.
     Comieron juntos en el restaurante de la esquina, para no descomponer nada en casa, se habían pasado la mañana retocando los cristales, pasando la aspiradora por todos los rincones y llenando de rosas recién cortadas los jarrones de la entrada para recibir a Jorge como ellos entendían que había que recibir a un hijo: en una casa limpia como los chorros del oro, con las comodidades de un palacio  y sin letras llamando a la puerta aunque para conseguirlo hubiera que esperar tanto tiempo como habían esperado ellos. Los hijos no venían al mundo con un pan debajo del brazo, como decían sus padres, los padres de sus amigos, los padres de la posguerra, aquellos padres que veían el pan de sus hijos en los puntos que Franco se sacó de la manga para fomentar la natalidad y se liaban a hacer niños sin hacer números y luego se encontraban con que aquel pan no les alcanzaba ni para lo imprescindible; los hijos venían con las manos vacías y había que recibirlos con el pan en la mesa y con unos padres en condiciones de poder garantizárselo hasta que fueran mayores y pudieran ganárselo por sí solos. Por eso precisamente habían tardado ellos quince años en tener un hijo. Claro que les hubiera gustado tenerlo antes, pero criar bien un hijo costaba dinero, mucho dinero, y ellos eran simples trabajadores. No podían ofrecerle un cheque en blanco para que fuera poniendo la cifra de sus necesidades y punto. Lo mejor pues era esperar a tener atados todos los flecos sueltos.
     El fleco más enredado fue el piso. Lo compraron cuando se casaron, en una zona nueva. De este fleco salió otro fleco: amueblarlo. Lo hicieron pieza a pieza, para ponerlo todo a juego. También tuvieron que hacer algunas reformas: acristalar la terraza, aislar la caldera de la calefacción, poner cristales dobles en las ventanas… Parecía que los flecos de la casa no iban a acabarse nunca. Antes de acabar con las cortinas, había que empezar con las lámparas. Cada pieza que amueblaban, cosas que necesitaban: un espejo para el taquillón de la entrada, figuras de porcelana para el mueble del salón, cuadros para vestir las paredes… Entre fleco y fleco ataron también el de un coche nuevo. Por fin llegó el sobre más deseado del banco: el de la última letra pagada. Solo una habitación quedaba vacía, la del niño, la de su hijo, la del rey de la casa. Pablo quiso pintarla de blanco, que igual valía para niña que para niño, pero Lucía se opuso, quería un color más vivo, más alegre, con más energía; Lucía quiso pintarla de amarillo, que también valía para los dos sexos, pero Pablo dijo que era el color de la mala suerte, de la enfermedad, de la muerte. Al final de la disputa decidieron que lo mejor era meter el dinero en una hucha y dejar ese fleco suelto hasta que supieran si sería rosa o si sería clavel. Al fin y al cabo el niño no iba a venir de la noche a la mañana, necesitaba nueve meses para formarse, cuarenta semanas que ellos podrían aprovechar para prepararle el cuarto a la última moda.
     Por fin ahorraron el dinero que, según los presupuestos solicitados, necesitarían para amueblar el cuarto de su hijo. Pablo tenía 42 años; Lucía, 39. Los dos gozaban de buena salud. Era el momento ideal para engendrar un hijo que traerían al mundo para ser feliz y para hacerlos felices. Suspendieron pues todos los anticonceptivos y redoblaron sus sesiones de amor calculando que el niño naciera en primavera, cuando el sol pintaba de oro los edificios, cuando los jardines se llenaban de flores, cuando los  pájaros cantaban en las ramas de los árboles.
     A finales de octubre Lucía se sentó ante el ordenador, creó una cuenta de correo electrónico y escribió:
Para: amapolas19@iris.sol
Asunto: INTUICIÓN.
     Nadie me lo ha dicho todavía, pero yo sé que ya existes. Estas cosas sólo pueden saberlas de antemano las madres. Ni siquiera los padres, por muy padres que se crean. Seguro que tú hasta sabes ya si eres niño o eres niña. De los 46 cromosomas que van a conformar tu material genético, uno del espermatozoide de papá y otro de mi óvulo han determinado tu sexo. El mío es un cromosoma X; el de papá puede ser X o puede ser Y. Si son los dos iguales eres una niña, si son diferentes, un niño. ¡Qué granuja! No has nacido y ya me estás intrigando. Pero me las pagarás. De momento tengo que conformarme con saber que eres un óvulo fertilizado que se dividirá en dos células primero, luego en cuatro, en ocho… y seguirás dividiéndote hasta que a través de las trompas de Falopio llegues a mi útero convertido en un grupo de 32 células que se llama mórula, y que tengo vómitos por las mañanas, y que como y sigo teniendo hambre, y que por las tardes me siento rara, pero muy feliz, tanto que te he creado una cuenta de correo electrónico en secreto para comunicarme contigo hasta que nazcas.
     Si eres niño te llamarás Jorge; si eres niña, Olga. Pero como de momento sólo puedo llamarte célula, he optado por hacerte la cuenta con el nombre de la calle y el número donde vas a vivir, en la cuarta planta, en un piso precioso, con todos los servicios a la puerta: consultorio médico, guardería, colegio, un parque lleno de toboganes y con unos padres sanos y capacitados que velarán por ti hasta que dejes de necesitarlos.
Asunto: CERTEZA (4-I-1990).
     Acabo de llegar de mi primera consulta prenatal. El médico ha confirmado mis sospechas: estoy embarazada de ti. De momento solo eres un embrión, pero dormiré, pasearé, comeré hasta lo que no me gusta para darte calcio, hierro, fósforo, proteínas y todas las vitaminas que me pidas para hacerte un bebé.
    Ya se lo hemos dicho a las abuelas. Si la una se ha alegrado, la otra ni te cuento. Las dos tienen más nietos pero dicen que los niños son los pilares de todas las familias, y como todos son ya mayores, quieren impedir que se les venga abajo la suya. Cuando nos casamos vieron con muy buenos ojos que disfrutáramos de la luna de miel antes de tener hijos. Nos envidiaban, incluso. Ellas tuvieron cinco cada una y empezaron a nacer a los nueve meses de la boda. “Qué torpes habéis sido”, les decía yo cuando surgía el tema, responsabilizándolas de la falta de formación y la sobra de incultura que a las mujeres de su generación las llevaba a llenarse de hijos que traían al mundo para darles más penas que alegrías. Y tanto la una como la otra se ponían de uñas conmigo. El milagro era de las píldoras anticonceptivas, no de nuestra inteligencia, y aunque ninguna habría renunciado a ninguno de sus hijos, las dos lamentaban haber nacido antes que el invento. Pero cuando celebramos las bodas de Algodón dijeron que tanta luna de miel empalagaba, que o escribíamos pronto a la cigüeña o cuando recibiera la carta, en lugar de un hijo, nos traería un nieto, y esto serían dos problemas pues nosotros seríamos viejos para criar a un hijo y nuestro hijo sería muy joven para cuidar de dos viejos. ¡Pobrecillas! Ellas se llenaron de hijos y tanto tuvieron que trabajar para sacarnos adelante, que ni tuvieron tiempo para cuidarnos en condiciones, ni consiguieron librarnos de las obligaciones laborales que hoy nos impiden cuidar de ellas. Nosotros, sin embargo, tuvimos siempre muy claro que era preferible tener un hijo bien atendido que muchos a medias, y si por fin podemos hacerlo es porque optamos por esperar a tenerte sin deudas. O sea, que digan lo que digan las abuelas de lo importante que es tener hermanos, lo mejor es saber que tú jamás tendrás que reprochar a tus padres lo que nosotros hemos tenido que reprochar a los nuestros.
Asunto: PRIMEROS LATIDOS (3-II-1990).
     Hoy han tocado análisis. Todo perfecto.
     La matrona me ha conectado a una máquina y por primera vez he oído los latidos de tu corazón. Eran tan firmes y fuertes que se me antojaron de niño, pero según la matrona esto no significa nada. De repente descubrí que aquel ¡pom, pom! Me hacía más feliz que el poner en tu cuarto un televisor, un despertador en forma de gallo que canta la hora indicada con un sonoro ¡quiquiriquí!, un teléfono en forma de oso y otros objetos que cuando empieces a utilizarlos seguramente tendremos que cambiarlos porque se habrán quedado antiguos. Por un instante lamenté no tener diez años menos para seguir teniendo hijos. Pero no te preocupes, fue un sentimiento fugaz, te quiero demasiado para privarte de los privilegios de ser hijo único.
 Asunto: FETO (27-II-1990).
     Has crecido y has engordado tanto tanto que de embrión has pasado a feto, es decir, a un esbozo de cara, de ojos, de boca… de persona. Algo que ver perfilado en una radiografía me ha parecido un milagro como le ha parecido a papá. Al salir de la consulta nos sentamos en una cafetería y mientras tomábamos un café la observamos con detalle. Los dos tuvimos la sensación de  que al engendrarte, más que hacer el amor, habíamos imitado a Dios.
     El sábado invitamos a cenar a nuestros amigos para enseñársela. ¡Vaya sorpresa que se han llevado! Decían que nos estábamos privando de la mayor satisfacción de un matrimonio: la de tener hijos, que estábamos locos por esperar a pagar el piso para tenerlos, que los niños no necesitaban tantas florituras al nacer, que les bastaba y les sobraba con una cuna llena de nanas blancas, sus biberones y unos padres capaces de volver a ser niños para jugar con ellos a ser hombres sin más juguetes que un chupete para dormirse y un sonajero para despertarse , y aunque lo decían con el corazón en la mano para disimular, del tono de sus palabras se desprendía la certeza de que no nos creían. Nos consta, incluso, que detrás,  a nuestras espaldas comentaban que no podíamos tener hijos por algún problema de salud y nos humillaba tanto que no queríamos decirlo. Por  eso organizamos la cena, para cerrarles la boca de una vez. Y si ante la simple radiografía se mordieron la lengua de envidia, ya verás cuando nazcas y sepan que dejamos de hacer horas extras en la fábrica porque podemos permitirnos el lujo de que tú seas para nosotros el primer trabajo y nosotros para ti el mejor juguete. 
Asunto: SANO (5-III-1990).
     Hoy me han dado los resultados de la amniocentesis, una prueba médica que se le hace a las mamás para saber si sus hijos vienen bien, sin enfermedades, sin malformaciones, sin motivos para ser rechazados por la sociedad que, a decir de la mayoría de las mamás que tienen que pasar por este trance, causa más problemas a sus hijos que la propia limitación. Aunque a nadie se lo he dicho, te confieso que he tenido mis miedos. En todos los libros que he leído para ser madre se dice que pasando de los treinta y cinco años se corren ciertos riesgos. Pero afortunadamente, ni tengo que preocuparme yo, ni tienes que preocuparte tú, eres un niño sano. Y como la Naturaleza te ha dado lo que le corresponde a ella, y tus padres jamás te negarán lo que les corresponde a ellos, serás bien recibido por la sociedad.
Asunto: NIÑO (17-IV-1990).
     Eres un niño. Te llamarás Jorge. Papá quería que te llamaras como él pero cuando le explicado las razones para oponerme las ha entendido. Por ser la cuarta de cinco hermanos nunca estrené nada. Jugué siempre con juguetes usados, hice la primera comunión con el vestido de mis hermanas, nunca llevé libros nuevos a clase, me los pasaban mis hermanos mayores, igual que el pijama y los zapatos. Tanto me quejaba de esto que cuando tenía nueve años me echaron los Reyes Magos un cuento nuevo. Se titulaba Jorge y Olga. Eran dos jóvenes que todos los domingos de un  verano se iban en moto al campo, al río, a la piscina, y en cada excursión les sucedía algo tan divertido que cuando llegó el otoño empezaron a contar los días que faltaban para que volviera el verano. Qué cara de felicidad pondría ante aquel libro sin tachaduras de lápices, sin esquinas dobladas, sin apuntes en los márgenes, que hasta mi madre lloró de emoción. Aquel olor a nuevo se me metió en el cerebro con tal fuerza que, todavía, cuando abro un frasco de perfume por primera vez, cuando estreno un jersey, cuando entro en una zapatería y el dependiente abre las cajas de los zapatos para que me pruebe, me huele a aquel cuento. Por eso, en cuanto supe que iba a ser madre, me dije: “Si es niño, se llamará Jorge, y si es niña, Olga”. Estoy segura de que cuando te tenga en mis brazos por primera vez me olerás a vida recién estrenada, a cosa exclusivamente mía, al cuento de Jorge y Olga.
Asunto: CUARTO LISTO (24-V-1990).
     Ya tienes el cuarto listo. Sobre un fondo verde nos han pintado cenefas de conejos de colores, unos jugando, otros durmiendo, otros enfadados. Te hemos puesto un moisés para las primeras semanas, la cuna para los primeros meses y una camita para los primeros años, un armario para la ropa, estanterías con los juguetes, el baño, el coche capota, la silla y un equipo de música para que no te alteres con las nanas de mamá que tiene un oído enfrente del otro para cantar. Papá se moría de envidia y es normal. Él nunca tuvo un cuarto para sí solo. De bebé durmió en la habitación de sus padres y en la cuna. Después compartiendo habitación con sus hermanos. Cuando se independizó con compañeros de piso y después nos casamos. Por eso está tan feliz, quiere que disfrutes de lo que él no tuvo, y si esto te da antes de nacer, no te cuento lo que se inventará que no tuvo para dártelo después. 
 Asunto: CESÁREA (25-vi-1990).
     El médico dice que estás tan bien ubicado que el parto será normal. Me hubiera gustado parirte pero he optado por una cesárea. La hemos programado para el próximo día 11, cuando aquel embrión de 2 o 4 milímetros será ya  un bebé de medio metro de largo y tres kilos y medio de peso. Tanto el médico como la matrona se han creído que trato de evitarme los dolores del parto, pero nada más lejos de la realidad, la verdadera razón de esta decisión es que el 11 de julio, por esa ley de las casualidades que gobierna el azar, papá y yo cumplimos años, y como su ciencia no puede garantizarme que tú puedas beneficiarte de esta ley, he decidido buscarle la trampa para que tú los cumplas con nosotros, y papá me ha aplaudido la idea. Ya imaginamos la escena del próximo año: los tres ante una gran tarta y apagando cada cual sus velas,  tú una, papá cuarenta y tres y yo cuarenta. ¿Cuarenta, te he dicho cuarenta? ¡Nada de eso! Veinticinco, cumpliré veinticinco. Estoy segura de que cuando nazcas me quitarás de un plumazo los quince años que esperé a tenerte.
    El camarero sirvió los cafés y pedimos la cuenta. Pablo se fue a buscar a las abuelas que no querían perderse el evento por nada del mundo. Lucía subió a casa,
a recoger su neceser y a escribirle el último mensaje a su hijo antes de nacer. No había terminado cuando sonó el teléfono. Estuvo a punto de apagar el ordenador y salir sin descolgarlo. Era Pablo, para decirle que ya estaba abajo, pero ante la insistencia lo hizo.
     —Buenas tardes. ¿Es el domicilio de Pablo Morales?
     —Sí… sí… Aquí vive, pero no está. ¿Quería algo?
     —Llamamos de la policía de tráfico. Necesitamos que un familiar vaya al depósito de cadáveres. Ha tenido un accidente y…
     Lucía colgó el teléfono sin responder.  Su hijo le daba patadas nervioso, impaciente. Con las manos sobre el vientre para que se calmara vio los mensajes que con tanta convicción le había escrito y antes de cerrar el ordenador para llamar a sus abuelas los borró y escribió:
Asunto: FLECOS SUELTOS (11-VII-1990).
     Querido Pablo: Papá y yo habíamos atado todos los flecos para que nacieras esta tarde y fueras el niño más feliz de la tierra, pero los flecos que nos configuran la vida son unos hilos tan finos, tan invisibles, tan frágiles, que alguno se nos quedó suelto y tengo que aplazar tu nacimiento hasta que con un dolor me avises de que eres tan grande tan grande que ya no cabes en mi cuerpo. Papá ha tenido que irse de viaje. Voy a despedirlo a la estación. Si me oyes llorar, no te preocupes, es de impaciencia por darte su primer beso.

     María Jesús Sánchez Oliva.
    
     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
     “Garipil” (1995).
     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
     “Letanías” (1999).
     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
     “El rosario de los cuentos” (2003).
     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
     “Cartas de la Radio” (2007).
     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

garipil94@oliva04.e.telefonica.net 

     Estaré encantado de responderte.

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

martes, 10 de julio de 2018

PORTADA

 Queridos lectores: Aunque también este mes con unas fechas de retraso por lo que pido disculpas acaba de salir el número 62 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia.

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gmail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA: “Flores cortadas”, de Isabel Valverde Vírseda.  
    MESA CAMILLA: Ladrones ilustres.
    CAJÓN DE SASTRE: El juramento hipocrático.
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Origen de la expresión “Armarse un tiberio”.
    LA BUTACA: Un ejemplo a seguir. Noticia que llegó desde Argentina.
    CARTA a…  Federico García Lorca.
    COSAS DE GARIPIL: La Lectora, de mi libro “Los días perdidos”.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

¡Hola! Los libros no debemos opinar de nosotros mismos, eso deben hacerlo los lectores, pero como para opinar hay que conocer, me presento para que al menos sepas que existo.

    Mi título: “Flores cortadas”. 

    Mi autora: Isabel Valverde Vírseda,
        
    Mi reseña: Isabel y Elisa, dos mujeres que comparten las letras de su nombre y, por capricho del azar, un mismo destino. Paradójicamente, no llegan a conocerse y, sin embargo, las une, íntimamente, una profunda amistad. A veces, como sucede en estas páginas, se hace posible que el viento lleve el rumor de las palabras a ese lugar oscuro, donde no llega la luz, para dar vida a las flores, flores que son cortadas para acercar su efímera belleza a los que amamos.

    Dicen los que me han leído que soy un libro hermoso. Por eso me atrevo a presentarme. Feliz lectura.

MESA CAMILLA

Ladrones ilustres

     Las cárceles españolas se llenan de ladrones ilustres. Bueno… bueno… esto de ilustres es para no quitarles la ilusión de que se sigan sintiendo lo que tan inmerecidamente fueron: presidentes de diputaciones, de comunidades autónomas, ministros, directores generales, alcaldes de poblaciones importantes, concejales, altos cargos de cualquier ministerio, de organizaciones sindicales, de partidos políticos y hasta de duques consortes.
     Esto no significa que por fin todos seamos iguales ante la ley. No somos tan ingenuos como para creernos que ladrones tan ilustres como el señor Urdangarín permanecerán en prisión hasta el último día de la condena, recibirán el mismo trato que el resto de los presos y devolverán hasta el último céntimo de lo robado, además de encontrarse con los mismos problemas al salir de prisión.
     Para que pudiéramos felicitar de verdad a los jueces por estas sentencias habría que empezar por cambiar las leyes. No es igual de grave que un ciudadano, generalmente con serios problemas de integración, robe a otro ciudadano, como que estos señores, si es que señores se les puede llamar, generalmente procedentes de familias bien acomodadas, con sueldos muy importantes, con privilegios de todo tipo, utilicen sus cargos y la facilidad para hacerlo que conllevan para robarnos a todos. Robarle a un pueblo es llevarlo a la ruina, y estos señores deben empezar a aprender que los elegimos para que administren nuestro dinero, no para amasar fortunas que ni siquiera vivirán los años necesarios para disfrutarlas. Y la primera lección para conseguirlo es que, aunque sólo sea para callar voces que claman justicia, tengan que ingresar en prisión. Ni jueces, ni gobernantes ni ciudadanos, podemos seguir aceptando como hechos normales robos cometidos por los que, como dirían en cualquiera de nuestros pueblos, deberían besar el suelo que pisamos.

     María Jesús Sánchez Oliva.

CAJÓN DE SASTRE

El juramento hipocrático

     Texto del juramento hipocrático clásico

     Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higía y Panacea y pongo por testigos a 
todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que 
me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todas mis 
fuerzas y mi inteligencia. Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto 
que a los autores de mis días, partiré con ellos mi fortuna y los socorreré si 
lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender 
la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de 
recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de 
enseñanza a mis hijos, a los de mi maestro y a los discípulos que se me unan 
bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a nadie más. 
Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa 
según mis facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No 
accederé a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré 
a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres pesarios 
abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No 
ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla. 
En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los 
enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones 
corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o 
esclavos. Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de 
mi ejercicio y que no sea indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi 
profesión, considerando como un deber el ser discreto en tales casos. Si 
observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida 
y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy 
perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.

     Versión del juramento hipocrático de la Convención de Ginebra

     Ha habido varios intentos de adaptación del juramento hipocrático a lo largo de 
la historia. En 1945, se redactó un juramento hipocrático en la convención de 
Ginebra, con el texto siguiente:
En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica, me 
comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad. 
Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento del que son 
acreedores. Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida 
del enfermo serán las primeras de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de 
quien haya confiado en mí. Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el 
honor y las nobles tradiciones de la profesión médica. Mis colegas serán mis 
hermanos. No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse 
consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza, partido o clase. Tendré 
absoluto respeto por la vida humana. Aún bajo amenazas, no admitiré utilizar 
mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad. Hago estas 
promesas solemnemente, libremente, por mi honor.

     Versión del Juramento Hipocrático de Louis Lasagna

     Una versión del juramento muy utilizada actualmente, sobre todo en países 
anglosajones, es la versión redactada en 1964 por el Doctor Louis Lasagna, 
Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts. El texto, en su 
traducción al castellano, dice así:
Prometo cumplir, en la medida de mis capacidades y de mi juicio, este pacto. 
Respetaré los logros científicos que con tanto esfuerzo han conseguido los 
médicos sobre cuyos pasos camino, y compartiré gustoso ese conocimiento con 
aquellos que vengan detrás. Aplicaré todas las medidas necesarias para el 
beneficio del enfermo, buscando el equilibrio entre las trampas del 
sobretratamiento y del nihilismo terapéutico. Recordaré que la medicina no 
sólo es ciencia, sino también arte, y que la calidez humana, la compasión y la 
comprensión pueden ser más valiosas que el bisturí del cirujano o el 
medicamento del químico. No me avergonzaré de decir «no lo sé», ni dudaré en 
consultar a mis colegas de profesión cuando sean necesarias las habilidades de 
otro para la recuperación del paciente. Respetaré la privacidad de mis 
pacientes, pues no me confían sus problemas para que yo los desvele. Debo 
tener especial cuidado en los asuntos sobre la vida y la muerte. Si tengo la 
oportunidad de salvar una vida, me sentiré agradecido. Pero es también posible 
que esté en mi mano asistir a una vida que termina; debo enfrentarme a esta 
enorme responsabilidad con gran humildad y conciencia de mi propia fragilidad. 
Por encima de todo, no debo jugar a ser Dios. Recordaré que no trato una 
gráfica de fiebre o un crecimiento canceroso, sino a un ser humano enfermo 
cuya enfermedad puede afectar a su familia y a su estabilidad económica. Si 
voy a cuidar de manera adecuada a los enfermos, mi responsabilidad incluye 
estos problemas relacionados. Intentaré prevenir la enfermedad siempre que 
pueda, pues la prevención es preferible a la curación. Recordaré que soy un 
miembro de la sociedad con obligaciones especiales hacia mis congéneres, los 
sanos de cuerpo y mente así como los enfermos. Si no violo este juramento, 
pueda yo disfrutar de la vida y del arte, ser respetado mientras viva y 
recordado con afecto después. Actúe yo siempre para conservar las mejores 
tradiciones de mi profesión, y ojalá pueda experimentar la dicha de curar a 
aquellos que busquen mi ayuda.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Expresión: armarse un tiberio

     Origen: Claudio Tiberio fue el segundo emperador romano. Hijo de Claudio Nerón y de Livia, se distinguió pronto por sus sobradas dotes militares. A la muerte de Augusto, se apoderó del Imperio, al que gobernó con acierto al principio.

     Pero más tarde, tras el fallecimiento de su hijo adoptivo Germánico, se convirtió en un déspota despiadado. Hizo ejecutar a tal cantidad de senadores, amigos y parientes cercanos y lejanos que no había familia en Roma que dejara de contar entre sus miembros con alguna víctima sacrificada por este emperador cruel.

      De la infausta memoria de aquellos años de reinado abominable procede la expresión 'armar un Tiberio', que se emplea como sinónimo de confusión y alboroto.

LA BUTACA

Un ejemplo a seguir

     Un niño de  12 años fundó una escuela en el fondo de su casa.   
 
     Nicanor es un ejemplo a seguir. Con solo 12 años, este chico creó una escuela en el barrio sanjuanino Las Piedritas. Su deseo de ayudar se transformó en realidad gracias a su abuela Ramona y el colegio "Unidad y Patria" ya funciona en el fondo de su casa. 
     En el colegio de "Nico" no hay profesores, porteros, ni horarios, pero siempre está él para ayudar a los chicos. Todo lo que él aprende en su escuela de Pocito se lo enseña a sus amiguitos del barrio. "Decidí fundar una escuela porque vi a niños en la calle jugando", contó el chico a Canal 8 de San Juan.

     La escuela de Nicanor tiene un pizarrón, botiquín de primeros auxilios y una campana para llamar al recreo. Una bandera donada flamea en todas las fiestas patrias y con un grabador y un micrófono los chicos entonan el himno. En el colegio están todos los grados e incluso jardín. "Llegan de la escuela, se descargan y vienen acá. Me siento orgulloso de ayudar", contó.

     Sus "ayudantes" son sus primos y otros amigos del barrio que le explican a otros chicos todo lo que necesiten repasar del colegio. "Gracias a mi primo Nico, por fin estudio", dijo una nena con guardapolvo en el "cole".

     Su abuela prepara una leche para los chicos que se acercan al colegio. Nicanor dice que se siente orgulloso de ayudar y lo dice con una sonrisa clara, pura e inocente.

     LA NACIÓN PUNTO COM. SIN BARRERAS.   

     Desde San Juan (Argentina) informó para 30 días Karen.

CARTA A...

Federico García Lorca:

     El 5 de junio de 1898 no nació en  Fuente Vaqueros (Granada) Federico García Lorca, nació uno de los más grandes poetas españoles, la voz del pueblo,  el defensor de la verdad, el amante de la palabra, de la concordia, de la paz, el clavel de claveles que tendría que florecer en un desierto de desórdenes políticos, de conflictos sociales, de  extremada pobreza y otras vergonzosas miserias que desembocarían en la guerra civil española, sin mayúscula, porque si ninguna guerra merece este honor, aquella menos todavía.      
    En la madrugada del 18 de agosto de 1936, dos meses después del Golpe de Estado que dio lugar a la maldita guerra, en el camino granadino que va de Víznar a Alfacar, la Guardia Civil no fusiló a Federico García Lorca, fusiló a la cultura, a la inteligencia, a la libertad y a las letras españolas que perdieron a uno de sus mejores poetas cuando más canciones, versos y obras de teatro tenía que escribir.    
     Hace un mes se cumplieron 120 años del nacimiento de  García Lorca y en unas semanas se cumplirán 82 de su muerte y tal fue el miedo que de sus derechos renglones tenían sus asesinos (los que integraron el pelotón de fusilamiento y los que ordenaron la ejecución con urgencia), que el mejor de los poetas españoles, el más grande entre los grandes, nuestro poeta universal, ni siquiera cuenta con una tumba sobre la que en cada uno de sus dos aniversarios (el de su nacimiento y el de su muerte) puedan dejarle la gratitud, el respeto y la admiración una rosa de reconocimiento en nombre de sus mujeres: las 5 hijas de doña Bernarda Alba, Yerma, Mariana Pineda, “la” zapatera prodigiosa, doña Rosita la soltera…pero año tras año, para que nunca se vuelva a repetir tan terrible injusticia, las lunas de junio y agosto siguen cantando por la bóveda del cielo que aquellos enemigos de los seres humanos pudieron dejar con unas balas su pluma sin mano y sus cuadernos en blanco pero jamás  podrán callar la voz de sus versos ávida de gritar para despertar conciencias dormidas con ruegos tan hermosos como éste:
   
Despedida

Si muero, 
dejad el balcón abierto. 

El niño come naranjas. 
(Desde mi balcón lo veo). 

El segador siega el trigo. 
(Desde mi balcón lo siento). 

¡Si muero, 
dejad el balcón abierto!

     María Jesús Sánchez Oliva

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! ¿Qué tal? Por mi parte, aquí sigo, con la lectura de “Los días perdidos”. Y ahora sí que le toca el turno al relato titulado…
 
          LA LECTORA 

     Al salir de casa aquella tarde Eulalia sintió que el sol de otoño la invitaba a caminar, pero al doblar la esquina vio un taxi libre y lo detuvo, tenía cita en comisaría y no quería que sus amigos la detuvieran en el camino como siempre que pasaba por su librería y la obligaran a llegar tarde. Quince minutos antes de la hora recibida por teléfono estaba sentada en la oficina del DNI. Abrió el bolso y sacó un libro para ponerse a leer, pero sacó de entre sus páginas el carné y lo cerró, delante sólo había un señor y ya estaba firmando. Detrás no había nadie y por la hora que marcaba su reloj dedujo que era la última. En cuanto terminó con el señor y le dijo adiós con tono solemne y los ojos brillantes, la funcionaria giró la cabeza lentamente, preguntó por el número que hacía su cita y Eulalia se sentó frente a ella.
     —Buenas tardes.
     —Buenas tardes.
     Era una mujer de mediana edad. No parecía un ángel caído del cielo, pero tampoco un diablo expulsado de la tierra, era simplemente correcta, que era el mejor adorno que, según sus amigos, podían tener los seres humanos. Eulalia dejó el carné sobre la mesa ya despejada, la funcionaria lo examinó y tecleó el número en el ordenador. En la pantalla aparecieron sus datos. 
     Había nacido en 1927. Corría el 2006. Tenía 79 años. Lo había renovado diez años antes, con 69 bien cumplidos. 
     —¡Qué lástima! Por unos meses no pudieron hacérselo permanente la vez anterior, es imprescindible haber cumplido los 70 años, pero se acabaron las renovaciones, ya puedo hacérselo por última vez.
     —¡Vaya!, ¿se alegra usted de que ya sea vieja?
     La funcionaria abrió la boca para disculparse pero ante la sonrisa de Lali cambió de idea automáticamente.
     —¡Pues sí! ¿Para qué la voy a engañar? Prefiero tramitar un carné permanente que anular el de un chico de 18 años, como he tenido que hacerle al señor anterior; hace unos días se le mató su único hijo con una moto.
     Eulalia acusó su tristeza y ella se superó para animarla.
     —Pero tampoco tiene que ofenderse por eso. Yo no la he llamado vieja, he dicho simplemente que ya no tiene que perder ni tiempo ni dinero en este papeleo, salvo que lo pierda, claro, y esto no es para ofenderse.
     —No, si yo no me ofendo, entre otras razones porque es evidente que ya no tengo 20 años, y presumir de joven a los 80 es tan ridículo, tan absurdo y tan inútil como presumir de viejo a los 20, pero no crea que me importa, acaba de decirlo usted, el mejor regalo que puede hacernos la vida es el de cumplir años. Por lo tanto, está claro: la vejez no es otra cosa que el certificado de que se han cumplido, algo que sólo puede disgustarle a quien no los haya vivido, y no es mi caso precisamente. Yo, aunque no se lo crea, he viajado por el mundo entero, he asistido a coronaciones de reyes, a funerales de personajes ilustres, a bodas de príncipes y princesas, he visto la tierra desde la luna y la luna desde la tierra, me he perdido en la selva, me he encontrado en todos los mares, he bailado con los mejores galanes, de unos me enamoré de verdad, de otros ni de mentira, pero con todos lo pasé muy bien, sé lo que es perder y ganar en los más afamados casinos, estudiar en las más importantes universidades, debatir con los hombres más sabios, y he compartido millones de horas con personas de todas las clases sociales, de todos los credos, de todas las costumbres y de todas las culturas. Con unas he reído, con otras he llorado, pero todas me ayudaron a crecer por dentro a medida que menguaba por fuera. De volver a la juventud, ¿qué iba a conocer que no haya conocido ya? Gracias a mis amigos tengo la cabeza llena de recuerdos, de conocimientos, de vivencias… de esos juguetes con los que jugamos los mayores para entretenernos mientras esperamos a que llegue el final. 
     —¿El final? ¡No diga eso, por favor! Está usted para vivir otros 80 años.
     —Bueno, tampoco exagere. Según mis amigos una cosa es soñar para vivir, y otra vivir para soñar. Ya tengo mis achaques, esos malditos duendes que por mucho que te resistas te van retirando de las actividades normales con un dolor en la espalda, con las piernas que se niegan a correr, con los brazos que por más que se estiran no abarcan, con la ilusión de prosperar que va deshojándose como una flor en otoño y con la imperiosa necesidad de hacer limpieza para quedarte sólo con lo que de verdad vale. No pretenda pues ocultarme la realidad con un delicado velo para consolarme, es ley de vida, y las leyes de la vida, queramos o no, se cumplen a rajatabla. El único consuelo eficaz es el de mis amigos, con los que seguiré viajando, gozando, sufriendo, aprendiendo que, por mucho que se viva, nunca se aprende todo. ¿Por qué cree usted que quiero renovar el carné? Ayer fui a pasar la tarde con uno de los más antiguos que estaba en la biblioteca del barrio y me dijeron que con el carné caducado era imposible entrar. 
     La funcionaria no salía de su asombro. Decididamente, aquella mujer, o había perdido la cabeza o pretendía que la perdiera ella. Por un lado parecía que andaba sobre las nubes, pero por el otro estaba claro que tenía los pies en la tierra; no parecía una señora de las ricas de la ciudad, pero tampoco parecía una tradicional ama de casa; no podía ser una mujer de carrera por la fecha en que había nacido, pero tampoco reflejaba incultura, conocimientos de televisión y mucho menos una educación gregaria. ¿Qué tenía aquella mujer que entre tantas y tan distintas como las que se sentaban frente a ella cada día para lo mismo la había cautivado hasta el extremo de que no tenía prisa en continuar para terminar y no hacer esperar más al policía que ya tenía que cerrar la puerta? Solo estaba segura de una cosa: que con una palabra era capaz de destruir sus respuestas por muy reflexivas, cultas y experimentadas que fueran, y no era el fruto de la experiencia, estaba harta de tratar con mayores que sólo tenían años, ni de la intuición innata, la inteligencia nace pero hay que cultivarla para que dé sus frutos. ¿Dónde y cómo se había cultivado aquella mujer que se le antojaba la mejor de las rosas sin dejar de ser una sencilla flor silvestre? Temerosa de quedar en ridículo ante ella, optó por no preguntar y seguir adelante.
     —Pues no volverá a ocurrir. Ahora mismo revisamos los datos, una firmita y carné vigente. 
     Se giró hacia la pantalla. Eulalia no le quitaba los ojos de encima. Era la primera vez que le hacían el carné electrónico, y tan atractivas le resultaban las nuevas tecnologías, que no quería perderse detalle.
     “NOMBRE Y APELLIDOS: Eulalia García del Valle”.
     —¿Correcto, verdad?
     —Para los papeles sí, para las personas soy Lali, el diminutivo que me pusieron mis hermanos mayores, con los que di mis primeros pasos, con los que hablé mis primeras palabras, con los que, como todos los niños de nuestra época, solo pudimos jugar a ser mayores.
     “HIJA DE…”
     —¿Eloy y Felisa? 
     —En efecto. Esos fueron mis padres, personas sencillas, trabajadoras, padres que como todos los padres de su tiempo ni renunciando a todo pudieron conseguir que a sus hijos no les faltara de nada. Lo que más siento cuando pienso en ellos es que por mucho que la busqué nunca encontré la fórmula justa para agradecerles sus esfuerzos para que todos aprendiéramos a leer y a escribir, incluida yo, pese a ser mujer. Fue la única pero la mejor herencia que nos dejaron. Nunca supe como se las ingeniaban pero cada 6 de enero conseguían convencer a los Reyes Magos para que me trajeran de Oriente un cuento para formar la colección que todavía conservo: Caperucita Roja, Blanca Nieves y los siete enanitos, La Cenicienta… esos cuentos que ahora evitan los padres porque traumatizan a los niños y que a mí me enseñaron que donde hay un lobo feroz hay también un buen leñador, que donde hay una madrastra mala hay también enanitos de corazón grande, que donde hay hermanastras malvadas hay también un príncipe salvador, y que lo importante, para evitar desengaños, es elegir a las personas por sus obras, no por sus palabras.
     “ESTADO CIVIL: CASADA”.
     —¿Sigue estando casada, verdad?
     —No, ya estoy viuda, mi marido murió hace unos meses.
     —Lo siento.
     —Gracias. Parecía que ni yo iba a dejarlo solo a él, ni él iba a dejarme sola a mí, pero la vida le puso el punto final y a mí me puso un punto y aparte. Más de cincuenta años hemos pasado juntos. Nos casamos muy jóvenes y tan enamorados que, aunque no teníamos nada, nos sentíamos capaces de conseguirlo todo. Como todos los matrimonios de nuestros días, él ejerció su profesión y yo me dediqué a la casa, pero ni él fue mi amo, ni yo fui su esclava, cada uno asumió su papel y juntos luchamos por lo que los dos deseábamos: formar una familia. Fuimos felices. ¿Que si no discutimos nunca? Muchas veces, casi siempre por mis amigos. Yo siempre estaba liada con uno y aprovechaba cualquier hueco para complacerlo y para que me complaciera. Con frecuencia tenía que dejarlo plantado para atender una urgencia: la lavadora que había terminado y había que tender la ropa, la olla que silbaba reclamando la válvula, los niños que se peleaban en su cuarto y había que poner orden… En tales casos lo acomodaba siempre en su sillón favorito por ser el que más cerca quedaba del mío. Nada raro era que una tarea me llevara a otra y no volviera a encontrarme con él hasta que todos dormían y podía dejarlos al amparo de sus respectivos ángeles de la guarda. En esas ocasiones él llegaba, se sentaba sin mirar y empezaba la fiesta.
     —¿Otra vez? ¿Pero es que no tienes otro sitio mejor donde dejarlo? ¡La próxima vez lo cojo, te lo tiro por la ventana y adiós!
     Si yo tenía ganas de discutir, le soltaba cualquier inconveniencia y empezaba una pelea verbal que acababa riéndome yo de él, él de mí y los niños de los dos, pero lo normal era que no le hiciera ni caso, sabía de sobra que el enfado no era porque mi amigo de turno invadiera su espacio, era porque no quería lastimarlo al sentarse encima, cosa que ocurrió en alguna ocasión. Nunca disimuló que se sentía orgulloso de ellos, que incluso les estaba agradecido, pues, gracias a ellos yo podía hablar de cultura, de educación, de política, de arte, de historia, de economía… en lugar de hacerlo de biberones, de deberes, de vitaminas… como hacían las mujeres de nuestros amigos que parecían loros contando siempre lo mismo. Tanto valoraba mis conocimientos que para todo me solicitaba opinión y la tenía en cuenta. Para recompensarme de la regañina, al día siguiente volvía con un amigo a casa que, dicho sea de paso, si uno era malo, el otro era peor, se los presentaba el señor del quiosco y ¡vaya tostonazos! Ganas me daban de decirle que no volviera a fiarse de él, que él sólo entendía de revistas del corazón, que para la próxima vez se fijara en el apellido del padre, en los nombres de sus hermanos, que eran las únicas referencias que podían garantizarle el éxito, pero era tal su ilusión que para no quitársela me mordía la lengua y sin que me viera los metía en el trastero pues tampoco tenía valor para ponerlos de patitas en la calle. Al entrar en casa después de despedirlo para siempre y ver su sillón vacío, la mesa sin su plato y su armario bien ordenado tomé conciencia de que ya era un punto y aparte, y para poder empezar a escribir con mayúscula, me fui al trastero, los puse a todos en libertad y uno a uno los fui conociendo ¿y sabe qué he descubierto? Pues que igual que todos los buenos tienen algo malo, todos los malos tienen algo bueno. Lo perfecto no existe.
     “DOMICILIO: CALLE Cervantes NÚMERO 23.
     —¿Ha cambiado de domicilio o sigue siendo el mismo?
     —El mismo, sigue siendo el mismo, el de siempre, el del piso que compramos cuando nos casamos y que no fue nuestro hasta que no tuvimos que empezar a reformarlo. Al principio era un piso muy grande, tan grande que hasta tenía piezas vacías; luego vinieron los niños y se quedó pequeño, tan pequeño que hubo que adaptar muebles, compartir habitaciones, utilizar la misma para dormitorio y salita de estudios; después los niños se hicieron hombres, ahuecaron el ala y el piso adquirió su tamaño normal: ochenta metros cuadrados con todas las piezas amuebladas, y ahora volvió a quedarse grande por no decir inmenso. Menos mal que mis amigos me habían enseñado que todo en la vida tenía una parte positiva y otra negativa. Lo negativo de mi nueva situación fue que la soledad empezó a llamar a mi puerta pidiendo alojamiento, lo positivo que disponía de más tiempo y de más espacio para invitar a mis amigos, les abrí pues todas las puertas para que se ubicaran donde mejor se encontraran y la soledad tuvo que largarse a otra parte en busca de aburridos dispuestos a caer en su trampa.
     La funcionaria dio por cumplimentado el formulario y le ofreció el bolígrafo para que firmara sobre la pantalla digital.
     —Perdón, la casilla de la profesión es incorrecta, no tenía que haberla modificado.
     La funcionaria tecleó los comandos de deshacer la última acción y en la citada casilla desapareció la palabra pensionista y apareció la palabra lectora.
     —Pero… pero… ya está usted jubilada ¿no?
     —¿Jubilada? ¡Ni mucho menos! Soy lectora y los lectores no nos jubilamos nunca. Al contrario, cada vez tenemos más trabajo y menos profesionales. 
     —¿Lectora? ¿Pero lectora de qué? Es la primera vez que veo esta profesión y llevo treinta años haciendo carnés.
     —Pues lectora de libros. ¿Quiénes creía usted que son mis amigos? Ya le dije que aprendí a leer muy pronto, primero leía cuentos de cuentos que querían ser realidades, después libros de realidades que querían ser cuentos. Tenía 15 años cuando por casualidad cayó en mis manos el primer libro. Llegué a casa tan feliz como si llevara un tesoro, ilusionada con la alegría que iba a darles a mis padres, pero ante mi sorpresa se enfadaron muchísimo, tanto que nunca olvidaré la bronca que me echaron. Quise defenderme pero sus órdenes fueron tajantes, aquel libro tenía que ir a la basura inmediatamente y hecho pedazos, qué digo pedazos, papilla. Aquel día me parecieron los peores padres del mundo. ¿Para qué tanto empeño en que aprendiera a leer si luego me impedían hacerlo? Si ni siquiera les había pedido dinero para comprarlo, ¿por qué se ofendían tanto? ¿Cómo era posible que ninguno de los dos me defendiera? Lo normal, cuando discutíamos por algo, cosas generalmente que se discuten por confianza, con los que sabemos de antemano que nos perdonan, era que con razón o sin ella uno sacara la cara por mí aunque tuviera que enfrentarse con el otro. Tuvieron que pasar muchos años para que yo lo entendiera, era un libro prohibido por la dictadura y eso les había costado tanto a no pocos de sus amigos que, de haberme visto en su lugar, yo habría hecho lo mismo con mis hijos. Afortunadamente nunca tuve que hacerlo. De niños leían cuentos, y de mayores leer dejó de ser peligroso. Son muy buenos lectores, pero me alegra que en sus carnés figuren sus profesiones, las que ejercen, las que estudiaron, las que les dan de comer, no tuvieron que inventarla como yo.
     —O sea —Sonrió la funcionaria—, que esto es un invento.
     —¡Naturalmente! Fue al cumplir 18 años, cuando fui a hacerme el carné por primera vez. Mi madre me acompañaba y casi la mato del susto. Como todos los que viven una guerra, tenía más miedo de hacer las cosas bien que de hacerlas mal. Rellené el impreso y al llegar a esta casilla no pude poner una profesión concreta: trabajaba en lo que surgía porque no eran tiempos de realizarse, de ejercer, de construir, eran tiempos de subsistir, pero no quería poner aquella estupidez de “sus labores” que la dictadura se inventó para recordar a las mujeres que lo suyo era la casa, los niños, el marido y no pensar, entre otras razones porque en aquel momento yo no tenía casa ni niños ni marido, y para colmo mis amigos ya me habían enseñado a pensar. Entonces me pregunté qué era lo que más me gustaba hacer y la respuesta surgió enseguida: leer, y ni corta ni perezosa, escribí en la casilla: lectora. El funcionario de turno repasó los datos. Mi madre me miró a mí suplicando y yo lo miré a él esperando. Al llegar a esta casilla preguntó:
     —¿Dónde lee usted?
     —En la biblioteca municipal —le dije.
     Era cierto, en casa no había dinero para libros. El hombre entendió que yo era empleada de la misma, no lectora habitual, y con lectora me dejó para los restos pues no pienso jubilarme nunca, al fin y al cabo leer es lo que me ha ayudado a hacer bien mis labores. 
     Mientras Eulalia firmaba con una letra que rezumaba serenidad, sapiencia, seguridad en sí misma, el pensamiento de la funcionaria desplegó las alas y voló hasta posarse a los pies de su libro, de aquel libro que al terminar su carrera le regalaron con su nombre grabado en el exlibris sus padres y que seguía esperando sobre su mesilla de noche que acariciara su lomo de piel, que abriera sus pastas ribeteadas de oro, que pasara sus hojas llenas de palabras, de mensajes, de sabiduría, y en silencio, para que Eulalia no se percatara de lo pequeña que se sentía ante ella, le prometió robarle cada día un cuarto de hora al televisor para dárselo a él hasta convertirse en lectora, pues, si bien era verdad que aquella mujer no había conseguido arreglar el mundo leyendo, no era menos cierto que había conseguido no estropearlo que, según sus amigos, -se lo confesó mientras colocaba su nuevo carné entre las páginas del libro para indicarlas-, era el camino que las personas teníamos más a mano para empezar a arreglarlo.

      María Jesús Sánchez Oliva.
    
     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
     “Garipil” (1995).
     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
     “Letanías” (1999).
     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
     “El rosario de los cuentos” (2003).
     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
     “Cartas de la Radio” (2007).
     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

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